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De enojos, placas y jardines

De enojos, placas y jardines

martes 10 de agosto de 2010, 15:20h

¿Es posible que un funcionario de alto nivel coloque con irritación un problema por ausencia de cartel o de placa conmemorativa? Sí, fue el pasado jueves, al inaugurarse en el barrio de Palermo un jardín de infantes por iniciativa del Ministerio de Defensa, en acuerdo con el Gobierno de la Ciudad.
Para entender el enojo del ministro de Educación del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires Esteban Bullrich por “ausencia de cartel” o, por ausencia de placa conmemorativa, al inaugurarse en el barrio de Palermo un jardín de infantes por iniciativa del Ministerio de Defensa, hay que entender de qué política y para qué fines concurre la creación del jardín de infantes.

Se trata de la modificación de la política relativa a la mujer, la familia, por cierto los hombres y con consecuencias sobre los niños del personal militar emprendida por el gobierno nacional a partir de la gestión en Defensa de la ministra Nilda Garré.

El tema es lograr que las madres (y los padres) de militares de todas las graduaciones y armas, así como el personal civil de las FFA, puedan hacer asistir a sus hijos en jardines maternales, en primer lugar, para poder cumplir adecuadamente sus tareas profesionales.

Al mismo tiempo, lograr un beneficio para los bebés, al habilitar estos jardines desde los 45 días del nacimiento.

Las modernas teorías psicológicas y pedagógicas indican que la estimulación temprana favorece la perspectiva de la educación avanzada en estos cinco primeros años decisivos APRA el desarrollo biológico y psicológico de las criaturas.

Para ello, el Ministerio creó un programa (resolución 198/08). Ya en 2006, en el barrio de San Telmo se habilitó el Jardín de Infantes Nro.5 (distrito Militar Nro.4) precisamente en acuerdo con la Ciudad de Buenos Aires.
En este año se habilitaron dos Jardines más: uno en el Barrio Aeronáutico de el Palomar y otro en el Barrio Militar de Campo de Mayo. En estos dos últimos casos el convenio se firmó con el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
Tanto en el caso de la provincia como en el de la ciudad, el gobierno nacional dispuso las instalaciones físicas y los gobiernos el personal y el proyecto y el trabajo pedagógico. Pero, antes del Jardín de Palermo, ningún gobierno de provincia y capital había solicitado en el tema de los jardines la plusvalía simbólica de una placa para certificar el cumplimiento de un deber público.

Estos jardines también estarán abiertos a los hijos de los habitantes civiles de las zonas cercanas para que la sociedad civil y la militar confluyan.
De todo esto, lo que importa es que el Estado avanza para que las mujeres de todos los niveles y ocupaciones y de todos los sectores, incluidos los de las Fuerzas Armadas puedan y los hombres por supuesto, asumir de mejor manera sus compromisos familiares, sus labores profesionales y una mejor educación APRA sus hijos. Lo otro, el colocar de prepo – esto sí, con un bien autoritario comportamiento- sin acuerdo con la contraparte, no es más que la vanidad sin sentido de gobernantes que parecen seguir ignorando adonde tiene sus verdaderos problemas

Jorge Bernetti
Director de Comunicación Social del Ministerio de Defensa

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