Dependencia: alerta roja

No es un secreto que la ley de Dependencia aprobada por Rodríguez Zapatero está provocando graves problemas entre los cuidadores, los dependientes, las Comunidades autónomas y, en definitiva, todos aquellos que resultan afectados por su desarrollo normativo. La situación actual, por parte de los inversores privados, las grandes corporaciones, es de lógica preocupación aunque no dudan de alabar, en público, el acierto de esta ley. Esto es lo que sucedió hace unos días en un acto organizado por De la Mano y del doctor Jose Manuel Reuss, acreditado geriatra. La convocatoria se centraba en los Centros de Día, que integran un equipo multidisciplinar destinado a la rehabilitación integral de personas de edad avanzada, dependientes, tanto en la esfera psíquica como motora o social.

El Centro de Día es un recurso terapéutico y de convivencia, y aunque se les menciona casi de pasada en el texto de la ley de Dependencia, la inquietud que existe por su desarrollo es tal que hasta el ministro Caldera aprobó un crédito extraordinario de cien millones de euros para crear nuevos centros. Dicho así parece una cantidad adecuada, pero cuando Florencio Martín Tejedor, director general del Mayor del Ayuntamiento de Madrid, explicó en ese coloquio que esa cantidad la había destinado ya la Corporación municipal que preside Alberto Ruiz Gallardón sólo para la capital de España, se encendió la alerta roja. La sala fue un hervidero de comentarios. Es decir, que la cifra que se anuncia por el Gobierno como una gran inversión en Centros de Día para todo el Estado español, la destina Madrid para su Comunidad autónoma….

Los demás intervinientes - Jose Luis Sanchez Bascones, consejero delegado de Mapfre-Quavitae; Ignacio Fernandez Cid, presidente de la Asociación Madrileña de Residencias de Tercera Edad; Juan Manuel Martinez, director general de Eulen Socio-Sanitarios y Alfonso Cruz, presidente de la Sociedad Europea de Medicina Geriátrica- coincidieron en subrayar que la ley de Dependencia tiene que aportar los medios de evaluación y financiación necesarios para llevar a cabo y reformar este nivel asistencial de los Centros de Día, poco conocido en general por la sociedad y por los ciudadores de personas parcialmente dependientes, mayores o no.

Quizás los deseos superen a la realidad, porque lo cierto es que, hasta la fecha, no hay nada nuevo, aunque como estamos en periodo electoral puede suceder cualquier cosa en el Consejo Interterritorial de Dependencia. Este Consejo lo preside el ministro Caldera con mano de hierro y, según relatan algunos representantes de Comunidades autónomos, con mala educación. ¿Recuerdan esa coletilla de “usted no sabe con quién está hablando”? Pues, al parecer, se queda corto el titular de la Cartera de Trabajo en sus desafortunadas intervenciones.