El camino a la integración se ha fortalecido

Desde la Cumbre Social del MERCOSUR que se desarrolló en la Provincia del Chaco a fines de julio, pasando por la Cumbre de Jefes de Estado de los países miembros del MERCOSUR en San Juan, hasta la semana pasada en donde finalizaron las deliberaciones del XVI Foro de San Pablo, nuestro país fue protagonista de un momento de consolidación de los espacios de integración en América Latina.

Se ha puesto de manifiesto la voluntad política de fortalecer el MERCOSUR (consenso sobre el Acuífero Guaraní y los 400 millones de dólares del FOCEM para la electrificación en Paraguay por citar dos ejemplos) y de dotar a la UNASUR de una dinámica y resolución política pocas veces vista. El accionar de Rafael Correa, Ignacio Lula Da Silva y Néstor Kirchner en el conflicto entre Colombia y Venezuela, no sólo es prueba de ello, sino que habla de un consenso por resolver los diferendos en los marcos democráticos, situación esta avalada por el conjunto de los presidentes, más allá de las diferencias políticas e ideológicas.

La masividad de la convocatoria en la Isla del Cerrito y la fuerte presencia de las delegaciones de Brasil, Paraguay y Uruguay (190 extranjeros), han terminado por referenciar a esta instancia de encuentro a nivel regional e instalado en la agenda de las organizaciones sociales, la necesidad de incorporar al debate y las prácticas esta perspectiva de integración.

La aparición de una simbología distintiva del MERCOSUR parece ser otro elemento novedoso y de enorme proyección. La valoración hecha por el conjunto de participantes a la Carrera de Miguel –en recordación a Miguel Sánchez el atleta desaparecido en la época de la dictadura militar argentina-; el Acto de Reparación a Paraguay por la Guerra de la Triple Alianza que devino en el cambio de nombre a una calle en la propia Isla del Cerrito por parte del Concejo Municipal a pedido de las delegaciones; la interrelación cultural, a la cual contribuyó el lugar elegido para su realización, la posibilidad de acuerdos y estrategias de conjunto en zonas de frontera, dieron otro marco a la Cumbre Social.

Este elemento se vio altamente ponderado con la participación de la Ministra de Desarrollo Social de la Nación , Alicia Kirchner y el Canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, en diferentes actividades realizadas en la Cámara de Diputados de San Juan. Precisamente la irrupción de una jornada de debate con la sociedad civil sanjuanina es otro elemento a valorizar, como ya se demostrara en el año 2008 en Tucumán, o en Chaco recientemente.

Las conclusiones del trabajo de las Comisiones de la Cumbre Social fueron recepcionadas por la Presidenta de la Nación en San Juan y esto inicia el camino a lo que será el próximo evento, bajo la presidencia pro témpore de Brasil, en Foz de Iguazú y en donde asistirá el primer mandatario Luis Ignacio Lula Da Silva y sus pares del MERCOSUR.

Las expresiones partidarias y sociales de América Latina se convocaron en Buenos Aires en el marco del Bicentenario de la patria. El Foro de San Pablo volvió a mostrar su vitalidad y su altísimo nivel de representatividad. No se debe dejar pasar por alto este dato. Lo que ayer era un grupo de partidos y dirigentes reunidos para enfrentar al neoliberalismo; hoy se ha transformado en gobiernos, senadores, diputados, y funcionarios de una enorme cantidad de países. Se habla desde la resistencia pero también desde la gestión, de la construcción democrática, de estrategias continentales para afrontar los desafíos y problemas que la nueva etapa exige, en particular los avances de la derecha.

La reunión con la Presidenta de la Nación , Cristina Fernández de Kirchner y la participación en el acto donde el Secretario General de la UNASUR , Néstor Kirchner, fuera su principal orador, marcan claramente el contexto político e institucional donde deliberó su decimosexto encuentro.

Cada delegado de estas tres instancias ha tenido una señal clara del compromiso de nuestro país, sus partidos y organizaciones con la integración regional y de la responsabilidad que cada uno tiene en cada proceso y en cada espacio donde interactúa.

No son acuerdos vacíos y declaraciones altisonantes; los hechos y no las palabras –ahora más que nunca- demuestran la veracidad de estas realizaciones

Por el Embajador Oscar Laborde, Representante Especial para la Integración y la Participación Social de la Cancillería Argentina