El hecho se produjo la noche del lunes en el Centro Municipal de Salud de Duque de Caxias, en la región de la Baixada Fluminense, frente a una favela y adonde el niño llegó junto con su abuela que iba a ser atendida.
Según la alcaldía local, el muchacho iba a arrojar una cáscara de banana en la basura cuando repentinamente se desplomó en el piso.
Si bien los médicos creyeron por la abundante pérdida de sangre que había resbalado y golpeado su cabeza, luego hallaron un orificio en su cráneo y en exámenes detectaron una bala alojada en su cuello, que provocó su muerte.
La violencia urbana es un problema endémico en Rio -en 2014 sede del Mundial de Fútbol y en 2016 organizadora de los Juegos Olímpicos-, donde casi dos millones de personas viven en unas 1.000 favelas, muchas en áreas turísticas.
En 2007 el gobierno ordenó guerra sin tregua al crimen, principalmente el narcotráfico en las favelas.