Copa América

Larga y tortuosa fue la espera por la cual tuvo que pasar Henry de LaCruz para conseguir los boletos que le permitirán asistir a la Copa América Venezuela 2007, junto a su familia.

Desde las 3:30 de la mañana, y con la ayuda de su padre, Samuel, Henry soportó siete horas de una cola que tuvo su máxima longitud alrededor de las diez de la mañana, momento en el cual llegó a medir casi 50 metros, desde el Arturo's del Centro Comercial Parque Caracas hasta la esquina de la Clínica Luis Razetti.

Durante el proceso se registraron confrontaciones e irregularidades entre los organizadores y los fanáticos.

La desinformación y el pánico afectaron el ánimo de Henry, quien fuera del centro comercial, esperaba a que abrieran las taquillas de la farmacia Provemed, donde se expedirían unos comprobantes que luego se canjearán por las entradas, según la empresa De Lujo Promociones.

El compromiso para abrir la taquilla era a las 9:30 de la mañana, pero la atención al público se concretó dos horas después. La tensión se apoderó de los compradores. De LaCruz, primero en la fila, preguntaba impaciente a todo el que salía del local comercial si tenía idea de las causas de la demora.

A la angustia de Henry se sumaron dos mil personas, quienes también esperaban a las puertas del Centro Parque Caracas. Y así Maribel, vocera de la empresa DeLujo Promociones, recibió airados reclamos.

"¿Cómo que sólo repartirán 300 tickets? ¿Qué vamos a hacer nosotros, que también llegamos temprano y sólo podemos venir hoy a comprar entradas?, expresó Marlon Hernández, quien trabaja en Corp Banca y había aprovechado el feriado para conseguir un boleto para el torneo, que se realizará en el país del 26 de junio al 15 de julio.

"Esto va a ser igual a como fue por Internet, nos van a engañar. Aquí vamos a demostrar el nivel de subdesarrollo organizacional que tenemos", soltó Eduet Soto, quien vive en Catia y estaba acompañado por unos amigos.

Ya era media mañana y la demora en la venta era atribuida por los organizadores a fallas en el sistema de impresión.

De LaCruz, entretanto, miraba y volteaba para todos lados esperando una respuesta que calmara su angustia.

"¿Cuándo vamos a pasar?", decía en voz alta, mientras un par de hombres se paseaban por la cola diciendo: "Compramos tickets, compramos tickets".

La larga espera activó el ingenio de varias personas que hacían la cola. Algunos vieron la forma de obtener ganancias a través de los boletos. "Yo creo que en vez de comprar dos entradas, adquiero tres y vendo una de ellas en cien mil", comentó un joven.

A las 11:25 de la mañana a De LaCruz se le iluminó la cara, cuando dijeron: "pasen los diez primeros". Pero siguieron las sorpresas, ya que pese a ocupar el número uno de la lista fue el tercero en comprar entradas, detrás de Gustavo Valero, gerente de seguridad del centro comercial, y de Milli Ramírez, gerente de Provemed, quienes se libraron de la cola.

Sin embargo, a De LaCruz eso no le importó, porque ya había logrado su meta: comprar tres entradas para los juegos de semifinal y tercer lugar, que se disputarán en Caracas.

A su salida del establecimiento, Henry fue aplaudido, porque a falta de 35 días de la inauguración de la Copa América por primera vez se veía el recibo de un boleto. El caos, sin embargo, fue el protagonista de la jornada.