Desde el gallo de La Almudena: ¿Existe mi tierra?

El prometedor Álvaro, de casta le viene el Gago, me ha cursado una invitación como escribidor semanal en este papel que, tengo entendido, hace furor en las resecas y cainitas tierras  que son las mías.

Acepto encantado. Como viejo emigrante nunca perdí de vista los acontecederes de la región más histórica de España, que digo, del mundo. Me entristecen algunas cosas de lo que ocurre por esos lares y otras me dejan frío, como el cierzo que suele soplar con violencia y agresividad.

Suelo pasar algunos fines de semana en las ribereñas tierras del vetusto Duero y pongo el nervio a escuchar lo que late bajo el surco, esto es, el pueblo llano que siempre fue lo mío.

En realidad, el palpitar viene de antiguo; nada nuevo bajo el sol. Palideciendo ante una crisis terrible, acurrucada la envejecida población de Castilla y León al albur de sus escuálidas pensiones y con el huerto abierto. Los mismos clichés, la misma clase política, los mismos “empresarios” mandados por otros empresarios que todo lo hicieron al rescoldo del poder.

Desde el gallo de La Almudena me llegan algunos ecos. Repetirá Juan Vicente Herrera, ¡quién le va a disputar el poder si los partidos son la tumba del fascismo!, y cuando decida retirarse a algún monasterio burgalés será él quien decida el sucesor. ¡Viva la democracia! Sucederá lo mismo que en su día cuando la fuga de Juan José Lucas a un ministerio; fue el soriano y el segoviano Jesús Merino quienes pararon los pies a Villanueva y pusieron su confianza en el orondo inquilino del convento de La Asunción.

¡Tienen fundados motivos para pensar que las elecciones a unos meses será un nuevo paseo militar! Pero eso a los chicos del PP y los “mamandurrias Herrera” no les tiene que llamar a engaño. Están para servir al pueblo, no para servirse de él. Ya sé que esto es música celestial. Lo malo para ello es que lo percibe el pueblo llano, que es cada vez más llano en esa tierra mesetaria.

En los últimos tiempos, Castilla y León sólo ha sido noticia en la gran prensa nacional porque algunos dirigentes aparecen involucrados, al parecer, en las cosas de “Don Vito”, esto es, en el caso Gürtel. Sobre todo, lo que se refiere a José Manuel Fernández de Santiago, presidente de las Cortes regionales. Si les confieso la verdad me llevaré un chasco si es que esas noticias que vehicula el temido Juan Antonio González (JAG), jefe de la más temida Policía Judicial, se confirman.

Herrera y sus muchachos –ora et labora-deberían saber ya a estas alturas que el futuro se escribe en el mundo mundial globalizado y no en los pequeños y egoístas contubernios de Valladolid. Aunque se apelliden Méndez Pozo o Ulibarri. Al fin y al cabo, ninguno de ellos hubiera sido nada sin el apoyo político.

Coincidí hace unas semanas en La Vuelta al Mundo (VEO) con el jefe del PSOE en Castilla y León. Alto él, vive dios. Buena gente del brazo de Pepiño pero escaso andamiaje político para tamaño empeño.

Hoy el gallo ya no tiene más aliento.

Graciano Palomo. Periodista y escritor.