Las Ramblas del negocio

Estos días he tenido invitado en mi casa un matrimonio italiano, de mediana edad. Aman el arte y han aprovechado su estancia en Barcelona para visitar distintos museos, dedicando una mañana a dos de ellos, situados en Las Ramblas, muy próximos a Colón. “Al salir, como ya teníamos los pies algo doloridos –me dice ella, bastante presumida y calzada con tacones-, buscamos un banco donde sentarnos….tras andar y andar, un buen rato, tuvimos que sentarnos en la terraza de un bar, aunque no teníamos sed”.  

He caminado todas las Ramblas, desde Colón hasta Catalunya. Y he contabilizado: 10 quioscos dedicados a diarios, revistas y libros. (La “prensa” podría ser una excusa, porque estos quioscos parecen estar especializados en la venta de souvenirs: camisetas del Barça, tazas, abrebotellas, imanes de nevera, postales…); 12 “estatuas”, algunas no muy bonitas y 22 dibujantes-pintores, con diferentes estilos y “niveles”; 14 floristerías, (pero pocas de ellas atendidas por personas que sepan hacer ramos bonitos, parece como si al turista se le pudiera vender todo); varios chiringuitos, para venta de entradas, dulces, heladerías…  

Y…¡más de 20 terrazas de bares! ¡Realmente, las Ramblas están “cubiertas” por mesas y sillas de los distintos bares, hoteles y restaurantes de la zona! Pero…entre tantos chiringuitos, quioscos, terrazas, floristerías y artistas….¡ni un banco, donde sentarse a reposar y contemplar a los paseantes! Solo al finalizar mi recorrido, ya en Canaletas, junto a Plaza Catalunya, encuentro un amplio espacio con numerosas y bien distribuidas sillas. En esta zona solo hay dos bares y ya tienen su terraza instalada en la acera. Las sillas no les hacen competencia.  

Señores del Ayuntamiento: ¡dejen de considerar las Ramblas como un negocio y piensen más en los paseantes y turistas, por favor!