Solana elogió el discurso pronunciado por el jefe del Ejecutivo ante el Congreso de los Diputados al anunciar las reformas. "Fue un gran discurso y un discurso en el que dijo claramente que iba a hacer todo lo que pudiera 'Me cueste lo que me cueste' -creo que fue la expresión que utilizó-, espero que lo haga", expresó. Solana afirmó que España "es un gran país" y "saldrá, sin duda, de las dificultades que tiene".
Por otro lado, descartó su regreso a la primera línea de la política. "Creo que ya no me corresponde a mi ponerme en la primera fila y creo que hay gente muy buena y que hay que dejarles paso para que puedan también desarrollar sus capacidades y dirigir el país", declaró.
El relevo...

Ahora bien, la realidad es muy distinta. Cuando Aznar tomó esa decisión, las encuestas y el ambiente en la ciudadanía no hacían más que señalar a un posible tercer mandato. Cosa que ahora, Zapatero, siendo más que realista, tiene por descartado. Y por esa razón se podrían precipitar los acontecimientos. Sabedor de que es un evidente lastre para su partido, debido a la fuerte crisis económica que golpea a España -con un 20% de paro y continuas situaciones durísimas para los ciudadanos-, podría escuchar a los críticos del PSOE, que le piden un recambio.
Ahora bien, Zapatero no quiere ceder a los que señalan a nombres como Javier Solana o Alfredo Pérez Rubalcaba -justo este miércoles la Cadena SER publicaba un Pulsómetro en el que el ministro de Interior aparece como el favorito de la sociedad española-. ZP quiere alguien de su generación, descartando a la llamada 'vieja guardia' de Felipe y compañía.
Y ahí es donde entra la actual ministra de Defensa, Carme Chacón, a la que se la considera más que una opción sin más importancia. Hace tiempo que la catalana está en boca de todos e incluso, cuando llegó a su Ministerio, haciendo Historia por su condición de ser mujer, ya se comentó que era un primer paso para su preparación de cara a una futura presidencia.
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