Empresarios y representantes del gobierno aseguraron ante inversores españoles que el país dejó atrás la crisis de 2001 y entró en una etapa de desarrollo sostenido que ofrece excelentes oportunidades.
Al exponer en el Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) y en el marco del Seminario "Argentina: situación y perspectiva", el secretario de Turismo de la Nación, Enrique Meyer aseguró que el PBI argentino crece a un ritmo anual del 9 por ciento, el mayor en 100 años, y las previsiones señalan que en el próximo decenio el crecimiento no será inferior al 4 por ciento.
Según Meyer, es importante "visualizar el sector turístico como una inversión", especialmente por la "excelente relación calidad/precio de la oferta inmobiliaria".
"La inversión planificada es ineludible para el desarrollo", agregó Meyer, para luego alentar a todos aquellos cuyos proyectos de inversión sean "respetuosos".
Por su parte, el presidente de la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos de la República Argentina (CEDU) y del Grupo Farallón, dijo a los inversores que el mercado inmobiliario argentino crece a un ritmo del 15 por ciento, por lo que Argentina representa un mercado con oportunidades no sólo en el sector de vivienda, también en el de oficinas o centros comerciales.
Un dato que muestra este dinamismo es la participación de arquitectos de renombre internacional como Philipe Strack o Norman Foster, en proyectos que valen una tercera parte de lo que cuestan proyectos similares en Europa.
En tanto, el Subsecretario de Comercio Internacional, Luís María Kreckler, se refirió a Argentina como un destino "acogedor", y vinculado emocionalmente con los españoles.
"Buenos Aires es una ciudad cosmopolita, atractiva, y no muchos se pueden resistir a conocer la cuna del Tango y del mejor fútbol del mundo", dijo Kreckler, conocedor de todo aquello que el inversor puede identificar con la "Marca País".
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