Terminaba yo uno de mis anteriores “punteros” refiriéndome a Juan Vicente Herrera como un presidente que “cada vez reina más y gobierna menos”. Y algún colega y más de un lector me han preguntado qué quería decir exactamente con eso. Es mas difícil explicarlo que entenderlo, pero efectivamente, salvando todas las distancias, la idea era la misma que se aplica a nuestra monarquía parlamentaria: “El Rey reina, pero no gobierna”. No era casual que el título contuviera la expresión “el reino de Herrera”.
Desde julio de 2.007, momento en que Herrera nombra a los actuales consejeros, en la Junta se ha venido consolidando por la vía de los hechos una situación ciertamente atípica, en la que la distribución de poder real cada vez se corresponde menos con el organigrama de gobierno. Dicho de otra forma, el escalafón se ha ido alejando de la realidad y hoy es completamente ficticio.
Tenemos de entrada una vicepresidenta primera que en la práctica ha cedido, o ha visto usurpadas sus funciones, en beneficio del titular de una Consejeria, la de la Presidencia, que de facto se ha convertido en el número dos del gobierno regional. Mientras María Jesús Ruíz, si se descuida, no manda ya ni en su propia Consejería, José Antonio de Santiago-Juárez es el verdadero factotum que, valiéndose de su cercanía y ascendiente personal sobre Herrera, marca la pauta a seguir en la acción global de gobierno. Añádase a ello su condición de portavoz, que le permite centrar el foco a capricho y gozar del blindaje que proporciona la chequera mediática que administra a su antojo.
Y del inicial pacto de no agresión con Tomás Villanueva (“tú no te metes en el área política, yo no me meto en el área económica") se ha pasado a la actual situación, en la que un consejero sin galones se ha situado por encima de los dos vicepresidentes. Algo ciertamente sorprendente. Como ya lo era que, antes incluso de ser consejero, el mismo personaje consiguiera relegar a un papel cada vez mas secundario en la Junta al que es secretario regional del partido, Alfonso Fernández Mañueco.
Por lo demás, ese es el origen de situaciones tan insólitas como el desmedido protagonismo político que está adquiriendo en los últimos tiempos la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo. La que sobre el papel es una Consejería meramente técnica ha asumido de repente un papel político de primera magnitud en claro detrimento de la vicepresidencia económica. ¿Quién ha fijado los criterios a seguir para llevar a cabo el drástico ajuste presupuestario aplicado por la Junta durante el presente 2010? ¿Quién ha decidido donde se metía la tijera y en que cuantía? En gran medida, la propia consejera de Hacienda, por supuesto siguiendo las directrices de su mentor político, que no es otro que el mismo De Santiago-Juárez, a la sazón la mano que mece la cuna presidencial.
A partir de ese ajuste, y amparada por el primo de Zumosol, Pilar del Olmo se ha crecido y ha pasado de custodiar la caja a hacerse dueña de la misma, decidiendo las prioridades de gasto -esto es, las prioridades políticas de gobierno- de la Junta para 2011. Y ahí están unos Presupuestos que han conseguido cabrear a la vez a la patronal y a los sindicatos, amén de movilizar al sector agrario con la organización mas afín al PP como punta de lanza. Y no les cuento lo que opinan en privado de Del Olmo la mayoría de sus compañeros de gobierno.
¿Se entiende ahora mejor eso de que el presidente Herrera cada vez reina más y gobierna menos?
Si (
No(
