WikiLeaks desató la primer guerra cibernética de la historia

Así lo afirma el grupo de ciberpiratas AnonOps, responsable del ataque a la web de la compañía de tarjetas de crédito Mastercard y que dice luchar contra la censura.

La web de la Fiscalía sueca que reclama al fundador de Wikileaks, Julian Assange, también ha sucumbido a esta operación cibernética bautizada “venganza”.

“La investigación penal no tiene nada que ver con Wikileaks. Se trata de los actos personales de Julian Assange. No tiene ninguna conexión con Wikileaks”, defendía la fiscal sueca encargada del caso, Marianne Ny.

Acusado en Suecia de varios delitos sexuales, Julian Assange permanecerá en prisión preventiva en Londres hasta el 14 de diciembre.

Su país de origen, Australia, le ha ofrecido ayuda consular a pesar de que Assange ha acusado al Ejecutivo de Camberra de connivencia con Estados Unidos para “matar al mensajero”.

Un mensajero especialmente incómodo para Washington. En una visita sorpresa a Afganistán el secretario de Defensa de Estados Unidos, Robert Gates, no ocultaba su alegría al ser informado de la detención de Assange.

A pesar del arresto de su fundador y del acoso económico a la organización, Wikileaks sigue funcionando.