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Primera sesión de investidura

Artur Mas ofrece un discurso pragmático que conlleva su proyecto ideal de nación para Cataluña

Artur Mas ofrece un discurso pragmático que conlleva su proyecto ideal de nación para Cataluña

El candidato dice no ser "salvador" de nada y apela a la implicación ciudadana para superar los grandes retos

lunes 20 de diciembre de 2010, 14:58h

Pragmatismo para cimentar ideales. Ésta es, diríase, la estrategia utilizada por Artur Mas para su discurso de investidura, pronunciado este lunes en el Parlament. Desgranando cada uno de los puntos de su programa, la gestión ha ocupado el 90, por ciento del tiempo. El otro diez por ciento se ha referido al sueño de nación. Y es que los discursos nacionales son etéreos si no tienen unos cimientos de concreción en la realidad. Mas prometió que gobernaría para aquellos que siempre le han votado -perfil nacionalista alto- y para aquellos que, en esta ocasión, le han 'prestado' su voto -perfil más heterogéneo-. Tarea harto difícil pues hay ciertos aspectos en los cuáles es prácticamente imposible lograr la intersección de ambos grupos. Por ello, Artur Mas, hábil, ha construido un buen discurso en el que el ideal de plenitud nacional de Cataluña pueda llegar a convencer, incluso, a aquellos más reticentes, porque parte de bases sólidas.

El futuro presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha abierto su discurso de investidura apelando al consenso, recalcando que su mandato no se caracterizará por un "espíritu de venganza" tras los dos tripartitos. Lo ha dicho en alusión a los siete años que CiU ha estado en la oposición pese haber ganado las elecciones de 2003 y 2006. También ha dicho que no pretender erigirse en "salvador" de nadie y en este sentido ha apelado a la responsabilidad ciudadana para colaborar en la tarea de levantar el país. En este sentido ha apelado a la cohesión existente en Cataluña, "mucho mayor que en otros países mucho más grandes" para conseguir los objetivos.

El pleno ha empezado minutos después de las 11.00 horas de este lunes con el discurso del líder convergente, que, tras ganar las elecciones, tratará de conseguir los seis apoyos que necesita para ser nombrado presidente por mayoría absoluta.

Sin embargo, todo apunta a que ningún partido respaldará en la primera vuelta al candidato de CiU, por lo que Mas requerirá de una segunda votación el jueves 23 en la que le bastaría con la abstención de alguno de los grupos parlamentarios.

El futuro presidente de la Generalitat ha llegado al Parlament en el coche oficial pasadas las 10:30 horas, ha entrado brevemente a la sala donde estaba reunido el grupo parlamentario de CiU e inmediatamente se ha incorporando a uno de los despachos del edificio para mantener una reunión Francesc Homs y David Madí previa al debate.

En el encuentro, que ha durado unos 25 minutos, los tres han ultimado los detalles pendientes del discurso de investidura, tal y como ha confirmado Mas en una breves palabras al salir.

"Todo está a punto, pero aún esta mañana hemos ultimado los últimos flecos", ha apuntado Mas, quien ha pospuesto la foto junto con el grupo parlamentario para el final del pleno.

El debate de investidura ha empezado con una intervención sin límite de tiempo de Mas, en el que ha expuesto su hoja de ruta para la legislatura y ha intentado seducir al resto de partidos para que le faciliten la investidura.

El resto de grupos intervienen a partir de las 16:00 horas por orden de representación parlamentaria, dejando la última palabra del debate -que finalizará el martes- para CiU.

Tribuna de invitados

Como la votación no se producirá hasta el martes, la tribuna de invitados del Parlament no ha estado tan concurrida como en el primer pleno de la legislatura en la que se invistió a la democristiana Núria De Gispert presidenta del Parlament.

El ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) y el ex presidente de la Cámara Heribert Barrera (ERC) son la dos figuras más destacadas que han seguido el discurso de Mas, acompañados también por el alcaldable de CiU por Barcelona, Xavier Trias, y el diputado convergente en el Congreso Jordi Jané.

Asimismo, han seguido el pleno de investidura el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel; el senador convergente Jordi Vilajoana; el presidente de la Asociación Catalana de Municipios (ACM), Salvador Esteve; los ex consellers Josep Grau, Carme-Laura Gil y Maria Eugènia Cuenca, y el histórico dirigente de CiU Joaquim Molins.

Todos los partidos de la oposición han descartado en los últimos días votar a favor de la investidura de Mas en la primera vuelta, por lo que salvo sorpresa de última hora el pleno continuará al cabo de dos días.

Alemany y Vilardell

Siguiendo con su parlamento, Artur Mas, ha pedido al presidente del Círculo de Economía, Salvador Alemany, y al del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona, Miquel Vilardell, que asesoren al Govern en materia económica y sanitaria.

Es el primer anuncio que ha realizado en su discurso de investidura en el Parlament, donde ha detallado que lo harán participando en consejos asesores de carácter no retribuido, y el objetivo es que ayuden a recuperar el crecimiento económico y modernizar el sistema de salud. Los consejos, además, estarán a disposición del Parlament, y se les podrá encargar gestiones e informes que se consideren necesarios.

Este medida, según Mas, responde a su voluntad de un Govern dialogante y abierto a las aportaciones de todos: "Un Govern que pida ayuda y quiera ser ayudado por ustedes, que representan la voluntad popular y por personas destacadas de la sociedad que pueden poner su talento y experiencia al servicio de grandes objetivos de país".

El futuro máximo mandatario de Cataluña ha dejado claro que el gobierno que aspira a presidir también será transparente y se caracterizará por ser "austero, honesto, con cohesión, espíritu de trabajo, con capacidad para tomar decisiones con liderazgo firme y dialogante".

Prudencia ante la situación financiera de la Generalitat

Asimismo, Artur Mas ha recordado que todavía desconoce la situación financiera de la Generalitat, lo que le "obliga a un ejercicio de prudencia programática". Mas ha rechazado que esta afirmación sea un reproche hacia el tripartito, "sino una necesaria expresión de cautela", y ha asegurado que le consta la voluntad del Govern en funciones y del todavía conseller de Economía, Antoni Castells, de realizar un traspaso de poderes claro y ordenado.

Sin embargo, el líder de CiU, que ha pedido que no se interpreten sus palabras como una excusa, ha sostenido que imagina que la situación de las arcas de la Administración es "difícil y complicada".

Amigo de la empresa

También ha prometido este lunes que su Govern será "business friendly" -'amigo de la empresa'- y ha asegurado que no subirá los impuestos mientras Cataluña no salga de la crisis.

Durante el discurso de investidura en el Parlament, ha destacado que la "primera y la principal prioridad" de su Ejecutivo será luchar contra la crisis y combatir el paro, el cual pretende reducir como mínimo hasta la mitad, ha reiterado.

"Es un objetivo de país, no sólo de gobierno", ha advertido Mas sobre la recuperación económica, que ha considerado que pasa fundamentalmente por recuperar el valor social de la empresas y considerarlas el núcleo básico de la economía catalana.

Para reducir la "lacra social" que es el desempleo, el líder convergente ha anunciado que impulsará el 'Plan para la reactivación económica y el crecimiento', que se debatirá en el Parlament y se consultará con los agentes económicos y sociales.

Mas ha precisado que combatirá el déficit público "gastando mejor" y no subiendo los impuestos, y ha argumentado que la moderación fiscal será otra de las prioridades de su gobierno para combatir la crisis con garantías de éxito.

En este sentido, ha avanzado que "revisará de manera progresiva los incrementos impositivos adoptados" en el último año por el tripartito, y equiparará con el resto de territorios del Estado el impuestos de sucesiones y donaciones que se paga en Cataluña.

En alusión velada al gobierno saliente, ha considerado que cualquier incremento de impuestos en un contexto de crisis supone "dificultar o ralentizar" la recuperación, y ha criticado que el modelo económico catalán está erróneamente basado en el consumo a base de grandes endeudamientos, en la burbuja inmobiliaria, en el empleo poco cualificado y en un diferencial inasumible entre exportaciones e importaciones.

Mas se ha comprometido a potenciar una economía basada en el ahorro, la inversión, las exportaciones, el valor añadido, la formación y la mejora de la productividad, por lo que, entre otros, ha anunciado que pondrá en marcha un "potente sistema de avales públicos" dirigido especialmente a la pequeñas y la mediana empresa.

"Los sectores productivos tienen que ver al Govern como un aliado que favorece su crecimiento y desarrollo, en lugar de verlo como un agente que pone trabas y dificulta la actividad económica", ha resumido el futuro presidente.

Otros sectores prioritarios

Más allá de colocar a la empresa como la "célula básica" de la recuperación económica, el candidato a presidente de la Generalitat ha mencionado también la necesidad de unificar y actualizar la normativa sobre el comercio catalán a través de una Ley General del comercio y los servicios de Cataluña.

En el ámbito turístico, el futuro presidente también ha apostado por consolidar la marca Catalunya como destinación turística, y ha anunciado la creación de la línea 'Turisme Futur', "un sistema de financiación permanente adaptado a las necesidades de las empresas turísticas".

Sobre el sector agroalimentario, se ha comprometido a aplicar los acuerdos que se impulsaron en el pleno monográfico que celebró el Parlament para convertirlo en un "sector estratégico", y sobre el pesquero se ha comprometido a aplicar medidas de apoyo a la comercialización de sus productos.

Finalmente, ha señalado que los sectores de la economía catalana con "gran potencial de cara al futuro" son las industrias culturales, la industria de la salud, la industria agroalimentaria y la industria del diseño.

Educación y sanidad son otros dos ejes básicos de su programa, y así Mas ha sugerido la gestión privada de los servicios sanitarios y ha hecho un guiño a los centros escolares de titularidad concertada, durante el debate de investidura en el Parlament.

Ante un tripartito que ha reforzado las redes sanitaria y educativa de titularidad pública, ha apostado por "buscar las mejores fórmulas de gestión" de los servicios sanitarios públicos.

Mas ha indicado que la sanidad es un elemento de interés público, "lo que no implica que quien presta el servicio deba ser necesariamente la administración".

También ha hecho un guiño a los centros educativos privados concertados, defendiendo que las familias deben tener una "mayor libertad a la hora de escoger centro educativo de sus hijos".

El debate sobre educación debe centrarse en los resultados y no en "el anacrónico y paralizante debate sobra la titularidad de las escuelas", ha dicho, alegando que todos los centros escolares, con independencia de su titularidad, dan un servicio de interés público.

Rechaza el copago

Mas también ha indicado que hay que tender a "responsabilizar" más a los profesionales en la gestión de los recursos sanitarios, y ha rechazado establecer el copago para garantizar la financiación del sistema público de salud.

Según Mas, hay que "decidir, como país y por amplio consenso, qué catálogo de servicios" deben continuar ofreciéndose forma gratuita a todos los ciudadanos y quienes no. En cualquier caso, ha recalcado que descarta frontalmente el copago, porque perjudicaría a los sectores sociales más vulnerables.

También ha abogado por modificar las condiciones de jubilación de médicos, revisar los estudios de medicina ya que la demanda supera con creces la oferta.

En educación, uno de sus ejes será reducir "a la mitad el fracaso escolar en ocho o diez años", puesto que en la actualidad el 30% de los adolescentes de 16 años no acaba la ESO.

Otra prioridad educativa será que los escolares logren "un dominio pleno del catalán, castellano e inglés" al finalizar su etapa educativa, y ha reivindicado que el catalán siga siendo la lengua vehicular en la enseñanza.

En políticas sociales, dará un mayor protagonismo a las familias, priorizando la "promoción de la natalidad", y que su prioridad es que el 55% del presupuesto de la Generalitat se destine al gasto social.

Ley electoral y organización territorial

Otra cuestión abordada ha sido la voluntad de buscar el consenso para elaborar una ley electoral catalana que permita un acercamiento de la política a la ciudadanía y garantice una adecuada representación del conjunto de Cataluña.

Sobre la organización territorial, ve necesario superar la actual división provincial de forma consensuada y sin que conlleve un aumento de los costes.

Artur Mas priorizará el impulso del Consejo de Justicia de Cataluña, como órgano de gobierno descentralizado del Poder Judicial, así como asumir las plenas competencias sobre los medios materiales, oficinas judiciales y órganos y servicios de apoyo.

Agua y energía

Sobre infraestructuras, ha reivindicado que Cataluña asuma la gestión del Aeropuerto de El Prat y de los puertos de interés general -Barcelona y Tarragona-, que a día de hoy están en manos del Estado. "Se debe hacer desde Cataluña y pensando en Cataluña", ha recalcado.

Sobre el agua, que "hay que ir a buscarla donde haya excedentes", en una alusión velada al trasvaso del Ródano (Francia), que siempre ha defendido CiU.

En energía, ha certificado que "Cataluña no es una isla que pueda permanecer al margen de las redes", refiriéndose implícitamente a la interconexión eléctrica con Francia que ERC e ICV-EUiA rechazan pese a que está ejecutándose.

Mas ha anunciado también que reducirá entre el 15 y el 25% el gasto en informes, estudios técnicos, campañas institucionales, gastos de representación, publicidad y protocolo.

Este anuncio se suma a los otros medidas que durante la campaña electoral ya había anunciado para hacer una administración más ágil, austera y delgada: rebajar un 20% el número de consellerias, reduciéndolas a un máximo de doce, y un 25% de altos cargos y personal de confianza.

Teniendo en cuenta que la administración representa un 20% del PIB catalán, ha dejado claro que la reforma debe hacerse con sus activos internos, y que su apuesta pasa por que haya "menos normas, más bien hechas y más fáciles de cumplir".

Para adelgazar el peso de la administración, "que ha crecido en exceso", Mas propone no cubrir las bajas por jubilación -excepto en servicios básicos-, y redimensionar a la baja organismos autónomos, empresas y consorcios de la administración, fusionando entidades para evitar duplicidades y eliminando las que no sean necesarias.

Artur Mas ha planteado también impulsar la concertación de servicios por parte de la Generalitat, y se ha comprometido a no aprobar ninguna regulación si antes no se ha eliminado una de antigua, "y si pueden ser dos, mejor".

Barcelona, sin transgresores

No ha sido el discurso de Mas pródigo en indirectas y menos aún en directas hacia el Gobierno saliente, aunque algunas se han deslizado. Pero ambas categorías retóricas han adquirido un cierto énfasis a la hora de abordadr el tema de la seguridad. Así, el próximo presidente de la Generalitat luchará para que Barcelona deje dese conocida alrededor del mundo como "capital de referencia de la transgresión".

Otra prioridad será suprimir el límite de los 80 kilómetros por hora en los accesos a Barcelona y también la derogación del Código Ético de los Mossos d'Esquadra. Evidentemente, Artur Mas ha reconocido que toda actividad debe regirse por un código ético y más la de los cuerpos de seguridad, pero también que el mismo debe ser adoptado por los propios afectados. Así, ha tachado de "error inexcusable" del tripartito el hecho de querer imponerlo contra la voluntad de la propia policía.

También dotará al cuerpo de bomberos de los medios necesarios, cumpliendo así las recomendaciones de la comisión de investigación parlamentaria sobre el incendio de Horta de Sant Joan (Tarragona).

Posteriormente, Artur Mas se ha comprometido a poner en marcha medidas para frenar la multirreincidencia, y ha proclamado que habrá la "tolerancia cero" contra la delincuencia, el crimen organizado, el tráfico de drogas cerca de los colegios y el vandalismo antisistema.

También ha asegurado que reducir la siniestralidad en las carreteras catalanas será una prioridad de la seguridad vial.

Transición nacional para Cataluña

Finalmente, Artur Mas ha apostado Cataluña inicie una "transición nacional" basada en el derecho a decidir, alegando que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut ha enterrado cualquier posibilidad de una España plurinacional.

Mas ha sostenido que España ha demostrado que quiere seguir siendo "una sola nación con un solo Estado", y ha pronosticado que no parece tener intención de cambiar de actitud.

Por ello, ha emplazado al resto de España a entender también que Cataluña "no decaerá" en la defensa de su autogobierno y de sus libertades, por lo que ha llamado a los catalanes a iniciar una transición que les lleve hacia un nuevo camino.

El futuro presidente ha fijado alcanzar un nuevo modelo de financiación para Cataluña como "el gran reto" para los próximos años, para lo que ha pedido la implicación de todos los partidos, los agentes sociales, la sociedad civil y una gran mayoría de los ciudadanos.

Presión en Madrid

Mas ha desgranado los pasos para lograr un nuevo sistema de financiación cercano al concierto económico, que pasan por conseguir un amplio consenso en Cataluña que permita plantear la propuesta de forma unitaria tras las elecciones generales de 2012, y, si es necesario, "condicionar la política de estabilidad y gobernabilidad en Madrid a la consecución del pacto fiscal".

Durante su discurso, ha asegurado también que será necesario modificar la Ley de Consultas de la pasada legislatura, para "facilitar la participación ciudadana sin necesidad de intervención de los poderes públicos estatales".

El líder de CiU ha advertido, sin embargo, de que los aspectos sobre los que se ejerza el derecho a decidir deben sustentarse en amplias mayorías, para dotarlos de legitimidad y fuerza e impedir la división de la sociedad en dos mitades.

Mas, que ha dejado para el último tramo de su discurso el eje nacional, ha defendido las raíces democráticas del derecho a decidir, por lo que ha cuestionado que "ningún demócrata" pueda oponerse.

La defensa ferviente del concierto económico realizada por Mas y su apuesta por el derecho a decidir dificultan que el PP pueda facilitar su investidura absteniéndose en la segunda vuelta, puesto que la presidenta popular, Alícia Sánchez-Camacho, le había reclamado aparcar las propuestas identitarias para poder investirle.

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