Los populares pretenden que el candidato a la Presidencia de la Generalitat aparque el eje nacionalista de su programa y demuestre que su prioridad es la salida de la crisis. Por su parte, el PSC ha hecho llegar a CiU un documento en el que recoge por escrito algunas de sus peticiones a cambio de facilitar la investidura, y que ahora deberá estudiar el propio Mas.
Fuentes de ambas formaciones han señalado que quien tiene la responsabilidad de ser investido es el líder de CiU, por lo que esperan que la federación acceda a algunas de sus pretensiones antes de que este jueves por la mañana se inicie el pleno en el Parlament.
Tanto socialistas como populares coinciden en que no van a "regalar" su abstención, por lo que avisan a CiU de que no basta con apelar a la responsabilidad de ambos partidos y a la necesidad de que Cataluña tenga nuevo Govern cuanto antes.
Los encuentros entre los negociadores de los tres partidos han proseguido durante la mañana de este miércoles en los despachos del Parlament, cuando el secretario general de CiU, Felip Puig, se ha reunido con su homólogo en el PP, Jordi Cornet, y con representantes del PSC.
Sin embargo, fuentes conocedoras de estos encuentros aseguran que todavía no se ha llegado a ningún acuerdo y que, por ahora, el debate de investidura de Mas debería prolongarse a una tercera ronda.
Aun así, se trabaja a marchas forzadas para desbloquear la situación, y para esta tarde está previsto que tome las riendas de la negociación el mismo Artur Mas, y se reúna con el presidente de ERC, Joan Puigcercós, y el líder del grupo del PSC, Joaquim Nadal.
Se desconoce si la presidenta del PP de Cataluña, Alícia Sánchez-Camacho, formará parte también de esta nueva ronda de reuniones de Mas, pero la voluntad de CiU es conseguir la abstención de una amplía mayoría del Parlament que incluya a PSC, PP y ERC.
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