Telebasura contra información

¡A la calle que ya es hora! Pido prestados a Gabriel Celaya sus versos porque creo que es necesaria una pequeña revuelta popular. En este frío y desesperanzado fin de año preguntas uno por a los ciudadanos y cada uno dará una razón bien fundada para desgastar las suelas de los zapatos en marcha reivindicativa por las calles de la ciudad en protesta por algo. Puesto que es un país libre las asumo todas como mías. Pero la bronca que yo demando seguramente es otra. Pido una muestra de indignación popular porque me he encontrado, como tantos otros, en el mismo dial de televisión en el que estaba CNN+ a “Gran Hermano 24 horas”.

Podría ser una protesta corporativa por el montón de compañeros que se van a la calle, por el cierre de expectativas profesionales que supone la supresión de un canal de información. Es legítimo rebelarse contra esas empresas, Prisa, Telecinco, que como decía el periodista Benjamín López, anoche, cuando ponía fin a doce años de noticias, “no entienden ni de sueños ni de ilusión, solo de cifras”. Su dignidad y la de todos los compañeros en los últimos días y en las últimas horas de la cadena pasará a la historia de este oficio como ejemplo de lo que son unos periodistas entregados a la información a la que prometieron servir hasta el final y aún en las condiciones más difíciles. Pero ciertamente son muchas las “ilusiones y los sueños” no atendidos de miles y miles de trabajadores a los que les han cerrado sus empresas en los últimos años. Y encima, en la mayoría de los casos, no han tenido cámaras y micrófonos ante los que contarlo para que se enterara la opinión pública. Demasiado privilegio tenemos  los informadores, somos testigos directos de lo que pasa y encima hasta podemos opinar, como para creernos los protagonistas de lo que está pasando. Solo somos unos más. No es eso.

Quiero una manifestación popular para dar rienda suelta a la rabia, al estupor, al vómito que me produce que se pueda pensar que la sociedad española de finales del 2010 apueste por la telebasura frente a la información. Que se quiera retratar a los ciudadanos apostando por  cerrar un canal de televisión dedicado a las noticias para abrirlo a los “voyeurs” del mando a distancia, para el morbo y la estulticia de contemplar las vidas intrascendentes de unos cuantos niñatos encerrados, salidos de un casting dirigido al más estúpido cotilleo: cuanto más se enrollen, se insulten, se agredan y no se aguanten estos lamentables personajillos, mejor que mejor. Que se imponga el aumento de audiencia de unos pocos a la necesidad de información de unos muchos. Si a los empresarios de la comunicación les salen las cifras con semejantes productos-basura  entonces sí que tenemos  una verdadera crisis de país

“¡A la calle que ya es hora!”. Los versos de Celaya han servido para muchas convocatorias y arengar a los más tibios desde hace décadas. Pero lamentablemente nunca seremos capaces de cumplirlos hasta el final. Decía así el poeta: “A la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo”. Lamentablemente, no hay nada nuevo que anunciar… Hasta siempre, compañeros de CNN+.



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