"El país necesita que nos sentemos a dialogar. Le pedimos al presidente que diga cuándo y dónde nos sentamos. No puede decir que el sector privado no hace nada cuando tenemos enfrente a un gobierno que no escucha", dijo en rueda de prensa Castro, presidente de la Federación de Cámaras Empresariales del estado de Miranda, aledaño a Caracas.
Señaló que frente a la "delicada" situación venezolana los países de la región han avanzado tanto en el control de la inflación como en diseñar políticas de crecimiento.
"Vemos con satisfacción que en medio de una crisis global, Latinoamérica ha demostrado que se puede confiar en sus gobiernos", señaló.
Subrayó, además, que todos los países de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), a la que pertenece Venezuela, "han asumido como prioridad una política de ataque frontal contra la inflación, pero lamentablemente Venezuela no".
Venezuela registra una inflación acumulada en lo que va de año del 24,9 por ciento y los pronósticos del Gobierno para el año que viene sitúan ese índice alrededor del 23 por ciento.
"Todos crecen vigorosamente pero Venezuela decrece y vemos que el país se debate entre una recesión que podrá estar entre 1,5 y 2,7 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto)", dijo Castro.
El dirigente empresarial afirmó que al juntarse una alta inflación con un retroceso en la producción el país puede entrar en una "estanflación", que sería especialmente dañina para los pobres.
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