El PSC atribuye a Montilla el mérito de los trabajadores de Nissan en Barcelona

Iceta sitúa como momento clave de la operación un viaje protocolario que José Montilla hizo al país nipón, en diciembre de 2009, para explorar las posibilidades de que el susodicho vehículo se fabricara en Barcelona. Por una vez, el ex presidente de la Generalitat debió traicionar su máxima pues, como suele suceder en estos casos, sólo se dedicó a hacer discursos que quedan muy bien pero que muestran vacuidad a la hora de convencer a los inversores -como, por otra parte, parece, en este momento, que le sucedería nueve meses después a la hora de atraer a Cataluña la inversión de otro gigante japonés de la automoción, ahora Chery Automobile-. Es decir, muy buenas palabras pero pocos hechos. Y esta conjetura se confirma si se tiene en cuenta que once meses más tarde, en noviembre de 2010, la factoría japonesa ponía ciertas condiciones para que su camioneta 'pick up' se fabricara en Barcelona. Cuestiones de mínimos a las que se ha llegado gracias a la firme determinación, sobre todo, de los trabajadores de Nissan en Barcelona.

En rueda de prensa en la Cámara catalana, Miquel Iceta ha asegurado que la decisión es fruto de ese viaje que el ex presidente realizó a Japón en 2009 para reunirse con los máximos responsables de la compañía, y ha criticado que "muchos dijeron que no había servido de nada". En realidad, en aquella ocasión, el 2 de diciembre de 2009, el entonces presidente de la Generalitat se limitó al discurso tópico y típico de "si la empresa se compromete, el Govern responderá". Al margen, eso sí, de explicar que en aquellos tiempos Nissan atravesaba "un período difícil" por lo que a su factoría en la Zona Franca respectaba. Esto, claro, se lo relataba a unos seguramente nada sorprendidos por la revelación directivos de la firma.

Pero, como conocida es la forma de trabajar nipona, por lo que se desprende del devenir de los tiempos, nada quedo claro a raíz de aquella cita. Y, por ello, el 26 de enero de 2010 se anunciaba que a fecha de dos de diciembre del mismo año el comité internacional de inversiones de Nissan se reuniría en Yokohama (Japón) para decidir si adjudicaba la 'pick up' a Barcelona. "Es una oportunidad ideal para la planta de Barcelona, porque las instalaciones ya están preparadas para asumir este tipo de producto y, por lo tanto, la inversión que se requiere es menor", explicaba el subdirector general de operaciones industriales de la firma en España, Frank Torres. "La única pega -añadía- es que necesitamos mejorar los costes laborales, más flexibilidad y una optimización de la productividad", para lo cuál apelaba a la colaboración de trabajadores y sindicatos para lograr el objetivo. Tras debates y deliberaciones, los primeros y los segundos -con excepciones, caso de CC.OO. y CGT- han entendido que quien algo quiere, algo le cuesta. Y es por ello que Barcelona fabricará la camioneta. Así que méritos, los justos.

Tal vez sea por ello que Iceta también ha reconocido el papel de los trabajadores y sindicatos, a la vez que ha animado a otras empresas extranjeras a que sigan el ejemplo de Nissan.