La vida sigue igual: El 'Superbarça' vuelve a derrotar al Madrid y se lleva otra Copa (68-60)

Por parte madridista, la posibilidad de resarcirse de la dolorosa derrota en la Final del año pasado ante los catalanes era motivación añadida para incorporar una Copa más a sus vitrinas, título que se les venía resistiendo tras más de dieciocho años. Doce victorias blancas frente a las catorce azulgranas, también pondrían en juego la imbatibilidad de ambos conjuntos durante este año. Así pues, sobraban los motivos para la tan esperada Final.

Mientras Xavi Pascual trataría de seguir inculcando a sus pupilos la solidez defensiva como punto de partida para las acciones de contraataque, el italiano Ettore Messina ultimaba la estrategia de su planteamiento táctico, conocedor de la inferioridad en la rotación de su banquillo.

El encuentro se inició sin novedades en ambos quintetos titulares. Los blancos, de la mano de Pablo Prigioni tratarían de ralentizar el ritmo de partido ya desde los primeros minutos, en los que la igualdad era constante. Tras cinco minutos de partido, el marcador indicaba un empate a 9 puntos, siendo Anderson el máximo artillero con 6.

Muy pronto, Pascual haría las primeras rotaciones metiendo en el campo a Sada, Morris y Grimau con la intención de aumentar la intensidad defensiva azulgrana. Por parte madridista, eran Mirotić y Llull quienes aparecían en escena.

Destacaría durante esos minutos Tomić, leyendo perfectamente las continuaciones de bloqueo y continuación. En el intento por minimizar la racha del croata, Perović pronto se cargaría con 2 faltas lo que le llevaría al banquillo tal y como le pasó minutos antes a Anderson. Debido al desacierto de los jugadores titulares del Regal FC Barcelona, Xavi Pascual optaría con gran maestría por dar más minutos a la primera rotación de banquillo, dejando únicamente a Navarro a pesar de ser anulado durante todo el encuentro por Pablo Prigioni.

 A falta de 5 minutos para el descanso, el marcador reflejaba empate en el marcador, llegándose al final de los dos primeros cuartos con empate a 30, de los cuales 14 de ellos iban a parar a las estadísticas personales de un inspiradísimo Anderson.

Al poco de iniciarse el segundo periodo, los catalanes harían tres faltas en tan sólo minuto y medio, situación que el Madrid finalmente no supo aprovechar. Tras varios minutos sin anotación en los dos aros, unos acertadísimos Lorbek y Morris ( 5/8 en tiros de 3 entre ambos) junto a un colosal Sada, ganándose la confianza de Pascual ante la ineficacia de Ricky, dispararían la renta azulgrana en el ecuador del tercer cuarto (37-44) lo que obligaría a Messina a solicitar tiempo muerto de urgencia.

Se llegaría al final del tercer cuarto con un ambigüo 43-48 para los barcelonistas, echando en falta ambos equipos la inspiración de Navarro  y de Llull ( 7 y 0 puntos al final del encuentro, respectivamente). La esperanza blanca se iría disipando a medida que los catalanes se marchaban en el marcador, a pesar de unos combativos Tomić y Suárez, con Mirotić en el banquillo de manera incomprensible.

El punto de inflexión del encuentro llegaría en el minuto 35 de partido con Ndong y Anderson en plan estelar ( MVP de la Final ), tras alcanzarse la máxima renta del partido 49-64 , definitiva en el devenir final del encuentro que concluiría 60-68 y que revalidaría de este modo el título para los catalanes.

A destacar los 45 puntos de aportación de los extranjeros del conjunto catalán frente a los 23 de los madridistas, aspecto de vital importancia junto a las pérdidas de balón de los de Messina.