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Off the record - 14 junio 2007

Off the record - 14 junio 2007

jueves 14 de junio de 2007, 08:01h

AGITACION EMPRESARIAL EN CATALUNYA

Las relaciones político-empresariales están enrarecidas en Catalunya, donde habitualmente eran óptimas y donde la influencia social del empresariado es decisiva.  El muy famoso Círculo de Economía está disgustado con quien, durante muchos años, fue su político favorito, Durán i Lleida. El presidente de la patronal Fomento, Joan Rosell, no oculta su disgusto con la actual línea de CDC, donde a Artur Mas se le complican las cosas. Las relaciones entre los dos líderes nacionalistas catalanes, Durán y Mas, son manifiestamente mejorables.

La paradoja (sólo para quienes no le conocían) es que el andaluz Montilla se maneja mejor por los vericuetos del mundo empresarial y de los negocios que el emblemático Pasqual Maragall. Al fin y al cabo fue el entonces ministro Montilla que montó el enredo para prácticamente regalar ENDESA a la catalana Gas Natural como lubricante de la reforma del Estatut. Las relaciones de Montilla con La Caixa –la tercera entidad financiera española y auténtica columna vertebral de la economía catalana– son excelentes.

En muchos círculos empresariales catalanes se dice ya, de forma poco velada, que Mas “no conecta”, que fue un error sucesorio de Pujol. De todas formas, la estructura de CDC es sólida y aguantará el tirón. Artur Mas no es un político de aluvión, tiene mucho de corredor de fondo y puede recuperarse si entiende y asume que debe jugar limpio, esto es, transparente, con Durán i Lleida, que además le asegura los puentes con el PP si fueran necesarios, lo que tampoco disgustaría mucho a Mas, cuya opinión sobre Rodríguez Zapatero es difícilmente empeorable.

Advierte Joan Rosell que la oposición la tienen que hacer los políticos, pero lo dice más que nada por marcar distancias, cordialidades de manual aparte, con el nuevo presidente de CEOE. Se da por aludido Durán y se queja de los empresarios que subordinan todo a conseguir subvenciones, en este caso, del actual “tripartito” catalán. El Círculo de Economía “deplora” esta afirmación del líder de UDC, por otra parte difícil de discutir. Montilla se debe estar ahogando de risa.

 

CON LA MANO EN LA BOLSA DE LAS PENSIONES

Pero donde el escándalo está servido es una vez más –y las que seguirán– en el jugoso entorno del clan Intermoney. Nada, una pequeñez, el gobierno socialista da una pasada por el liberalismo –cuando conviene, cosa diferente es a quiénes– y autoriza que el Fondo de Reserva de Pensiones pueda invertir en Bolsa e incluso en instrumentos de mayor riesgo. ¿Qué dicen de esto los sindicatos, por cierto?

Bueno, hasta ahí es cosa de criterios y opiniones, todas legítimas. Pero hay dos “peros”. El más visible, que el volumen de este Fondo, una nadería, 40.000 millones de euros, le convierte en actor relevante en los mercados. El segundo toca el trigémino de la decencia política, porque, en razón de sus cargos políticos, nada menos que dos miembros del famoso clan Intermoney están en el comité que supervisará las inversiones.

¡Oh, cielos! Los futuros pensionistas ya se pueden ir movilizando si los sindicatos miran al tendido. No dos cualquiera. Uno de ellos sale por cada esquina que se levanta de la alfombra del clan, nada menos que David Vegara, secretario de Estado de Economía, del que tanto y tan poco edificante se ha hablado y publicado en los últimos meses. Otro, en este caso otra, es Soledad Núñez, la famoso directora del Tesoro, amiga y compañera de actividades de Miguel Sebastián, que la llevó a la CNMV para controlar en lo posible al díscolo e independiente Conthe.

Algunos han echado mano al lápiz y han descubierto, nada, pequeñeces, que con ese Fondo se podrían, por ejemplo, comprar toda Iberdrola o la mitad de Telefónica. El vicepresidente Pedro Solbes ha intentando suavizar tan inquietantes perspectivas y ha dicho que el Fondo sólo colocará el 10% en Bolsa. Es poco tranquilizante. ¿Por qué el 10%? ¿Y por otra parte, dónde y cómo se afianza esa garantía? Por los cenáculos de Madrid se empieza a decir –se lo he oído a uno a uno de los diez hombres más importantes de la vida financiera del país– que ETA es un problema “conllevable”, pero que el clan Intermoney es un cáncer incurable.

 

EL CLUB SIGLO XXI SE ACTUALIZA

Ya que hablamos de cenáculos, puede haber cambios en el más antiguo de los de Madrid, la gran tribuna política de la transición, el Club Siglo XXI, por la que ha pasado todo el “quién es quién” de la vida pública española, política, militar, incluso religiosa. Desde esta tribuna lanzaron sus grandes propuestas los políticos que lideraron el cambio. En ella presentó Manuel Fraga a Santiago Carrillo…

Pero el tiempo es implacable, y la ingeniosa fórmula de los desayunos-coloquio del Foro de Nueva Economía empezó a restar asistentes a las conferencias del Club y especialmente a las cenas-coloquio.

Este curso, la muy activa Paloma Segrelles, verdadera alma del Club, probó una propuesta innovadora que ha tenido éxito y notable asistencia de público: unos muy breves almuerzos-coloquio que se completan en poco más de una hora. Los realizados con el fiscal general Conde Pumpido y con el incombustible magistrado Baltasar Garzón desbordaron el espacio previsto y dieron importantes noticias de Prensa, pero algunos más tuvieron asimismo gran número de asistentes.

No hay que descartar que el horizonte de actos del Club Siglo XXI se encamine más por esta nueva fórmula de los almuerzos-coloquio, rápidos, muy a la americana. Los tiempos de todos son muy apretados y es ya difícil, asentado el cambio político, lejos en el recuerdo las inquietudes de la transición, que políticos, empresarios y profesionales de relieve dispongan de tiempo para una conferencia, la posterior tertulia y la cena-coloquio, en conjunto no menos de tres horas si todo va rápido.

Pero me refiero a cambios de personas, porque la vida privada y profesional exige mucho. La solución, probablemente, hoy, en el almuerzo de la Junta Directiva.

 

CANARIAS – NAVARRA, DECISIONES CRUZADAS

En esa rara política cruzada que vienen protagonizando las Comunidades de Navarra, Canarias y Baleares, para formar mayorías de gobierno, desde que Rajoy dio el importante paso al frente de ofrecer que, en cada lugar, se facilitase el gobierno de la mayor minoría –guante que importantes políticos del PSOE quisieron recoger, pero al que José Blanco se opuso inmediata y radicalmente– se aproximan los desenlaces, aunque aún subsista un pequeño espacio para las sorpresas.

Ayer, el experimentado Jerónimo Saavedra, antiguo brillante presidente de Canarias y a partir de ahora Alcalde de la ciudad de Las Palmas, decía, en importante ámbito de las “fuerzas vivas” de Gran Canaria, que la reunión que celebraban las comisiones negociadoras de PSC y CC era probablemente la última y dejaba caer la probabilidad de que las matemáticas envíen a los socialistas canarios, y por tanto a Juan Fernando López Aguilar, a la oposición.

A la misma hora, en Madrid, Paulino Rivero aseguraba que no hay ese “pacto ya cerrado” de CC y PP que dan por cierto los periodistas canarios, y que no se iniciaría el diálogo con el PP hasta que se diera por imposible el acuerdo con el PSC, pero a estas alturas de las negociaciones, algo sabrá un político tan serio como Saavedra –y tan excelente amigo de la víctima, esto es, de López Aguilar– para su pesimismo. Ya se sabe aquello de que un pesimista es un optimista bien informado.

En cualquier caso, si se confirma la ruptura entre PSC y CC significaría que el envío de UPN a la oposición en Navarra estaría ya decidido. Lo de Baleares es otra cosa que, como decíamos ayer, va por libre y por otros derroteros.

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