Las cuatro columnas

El arquitecto Josep Puig i Cadafalch construyó en 1919 cuatro columnas con capiteles jónicos que se colocaron en el lugar que hoy ocupa la Font Màgica de Montjuïc, en Barcelona. En 1928 la dictadura de Primo de Rivera las derribó, igual que otros símbolos del catalanismo, para que la Exposición Universal de 1929 fuese "española" y no catalana. Además rebautizó como Pueblo Español lo que debía llamarse Iberona, un homenaje a los íberos, primeros pobladores de Catalunya. Por decisión del Parlament, las cuatro columnas han sido repuestas en homenaje a los patriotas catalanes, asumiendo que simbolizan las cuatro barras catalanas. Jordi Salort acierta al interpretar otro significado que les da universalidad. El símbolo de las cuatro columnas fue adoptado entre otros por la Casa Blanca y la Universidad de Washington. Procede del tetrakys de Pitágoras: 1+2+3+4 = 10, que a su vez 1:1+0 = 1. Si lo visualizamos con piedrecitas (cálculos), tenemos que el uno, en el centro, queda encerrado por el cuatro en los tres lados del triángulo de diez puntos. Cuatro son los elementos básicos (aire, fuego, agua, tierra), los puntos cardinales y las fases de la luna. Según Platón, el ternario es la idea (tesis, antítesis, síntesis) y el cuaternario, la realización de la idea. Salort dice que las columnas simbolizaban el renacimiento catalán, la Renaixença.