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El silencio de Sortu, tras la detención de un comando

El silencio de Sortu, tras la detención de un comando

miércoles 02 de marzo de 2011, 09:23h
La detención de cuatro miembros de un probable comando etarra, y la localización, en la misma operación, de doscientos kilos de explosivos en la provincia de Vizcaya, replantea con toda crudeza la oportunidad de que se pueda legalizar a la Batasuna que esta vez, para las elecciones de mayo, pretende ser Sortu. Los detenidos son Lorena López Díez (31 años), Iñigo Zapirain Romano (34), Beatriz Etxeberría Caballero (33) y Daniel Pastor Alonso (37). Y sospechan las fuerzas antiterroristas que el comando legal pudiera estar detrás de los últimos atentados terroristas perpetrados en Vizcaya y en los alrededores.

No hay pruebas fehacientes de ello, como ha observado el vicepresidente y ministro del interior, Pérez Rubalcaba, pero tampoco se descarta, de momento, que los arrestados pudieran ser los ejecutores del asesinato del inspector de policía Eduardo Puelles, el 19 de junio de 2009, en Arrigorriaga, Vizcaya, la última víctima mortal terrorista en el País Vasco y primera con el lehendakari Patxi López al frente del Gobierno de Vitoria y cuyo mandato cumplió este martes dos años. Las informaciones policiales han puesto de relieve que los detenidos llevaban años integrados en el comando y formaban un grupo cerrado, que trabajaba de forma autónoma.

También han señalado que el material incautado, integrado por dispositivos operativos antiguos y otros muy novedosos, apoya la tesis de que su actuación se remonta a varios años, pero sustenta también la hipótesis de que podrían estar tras los atentados más graves de ETA en la zona, desde el asesinato de Puelles hasta la voladura del cuartel de la Guardia Civil de Burgos. Y sobre todo, era “legales” en ETA, es decir, los probables terroristas hacían una vida ciertamente normal: uno de los detenidos era albañil y el otro se dedicaba a trabajos verticales en fachadas.

Tanto el material como los propios supuestos etarras estaban en perfecto estado operativo. Dicho de otro modo, si la dirección de ETA lo hubiera decidido, podrían haber decidido actuar en cualquier momento. Las detenciones han suscitado algunas reacciones encontradas: Frente al ministro Rubalcaba, que ha puesto en duda la auténtica voluntad de ETA de abandonar la lucha armada, el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ha advertido que una cosa es disponer de un arsenal, y otra cosa distinta es emplear ese arsenal...

Erkoreka viene a solicitar una presunción de inocencia que, a estas alturas, no todos comparten. Sobre todo, se ha prestado atención a las reacciones que pudieran producirse entre los dirigentes de Sortu, el partido pro-batasuno que aspira a ser legalizado: Pues, bien: Ni una sola palabra pronunciaron sobre las detenciones, pese a que Sortu proclama en sus estatutos que condena la violencia como medio de acción política. Tampoco pareció especialmente indicada la reacción de Aralar, cuyo portavoz, Joan Abril, pidió que no vuelvan a producirse detenciones, y que opinó que las actuaciones policiales deben superarse para lograr la paz.

¿Reclaman pasividad policial  frente a unos violentos que no han demostrado aún, -y no se sabe si lo harán alguna vez-, que rechazan la violencia, salvo en un párrafo de sus estatutos? No sorprende que, a la vista de estos hechos, el Gobierno vasco aprovechara la operación policial para reclsamar que los promotores de Sortu se pronuncien  sobre actos terroristas, si quieren ser creíbles.  Precisamente, las detenciones policiales y el silencio de Sortu se producen cuando la Fiscalía General y la Abogacía del Estado están a punto de solicitar al tribunal Supremo  que prohíba la inscripción legal de Sortu.

Hay coincidencia en las fuerzas políticas en poner de relieve que la izquierda abertzale sigue sin demostrar “con hechos” su ruptura con ETA, por más que Sortu  dice rechaza2 “abiertamente y sin ambages” la violencia de la banda. De ahí el reto que Rodolfo Ares hacía ayer mismo: Sortu tiene una magnífica oportunidad para fijar su posición de rechazo y repulsa sobre los actos terroristas. El socio del gobierno vasco, Antonio Basagoiti, sostenía, a su vez, que “todas las desconfianzas planteadas sobre Sortu-Batasuna son absolutamente racionales. Muy en línea con estas desconfianzas generalizadas sobre Batasuna.

Sortu y el nuevo momento de ETA, asegura este miércoles el diario La Razón, con la firma de su experto, Jesús María Zuloaga, que ETA tiene todos sus comandos activos en Navarra y el País Vasco, pese a la tregua, y que ETA mantiene en cada una de las provincias vascas y en Navarra, al menos un comando legal armado “durmiente” para que, en caso de que decida romper el alto el fuego, no tenga necesidad de enviar células  desde Francia, y pueda reanudar de inmediato sus atentados...

Ese es el escenario: de abierta desconfianza y de certeza de que “las cosas no van bien” en la deseable y definitiva pacificación...


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