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El límite de 100 kilómetros hora

lunes 07 de marzo de 2011, 08:02h
Desde primera hora de este lunes, está ya vigente el nuevo límite de velocidad en carreteras, autovías y autopistas. Superar los ciento diez kilómetros hora está siendo ya merecedor de sanción. Se trata, según ha informado el Gobierno, de reducir la factura de importación del petróleo, una de las más abultadas de la economía española, fuertemente dependiente de las importaciones de carburantes fósiles. El esfuerzo nacional de los últimos años de poner en marcha energía renovables, sigue siendo un propósito y una meta por alcanzar, y todavía falta mucho para completar esa mezcla deseable entre los distintos tipos  de energías de consumo: Nuclear, de centrales térmicas, eólicas, etc...  Pues bien, ya estamos en ese límite de cien km/h que ha irritado a algunos ciudadanos, y que a otros les parece natural y hasta deseable, como demostración de que algo hay que hacer, por parte de todos para afrontar una nueva dificultad, la carestía de los productos petrolíferos que se viene produciendo en las últimas semanas por virtud de las revoluciones que se producen en distintos países árabes exportadores, particularmente Libia. Desde su anuncio, la reducción de los límites autorizados de velocidad, ha sido ácidamente acogida por la Oposición. En realidad, el pasado fin de semana y este mismo lunes, los diarios afines al PP han criticado con gran severidad la decisión adoptada por el Gobierno alegando distintas razones: primera, que es dudoso que se  consiga reducir el consumo del petróleo que se pretende. ¿Se trata de una medida eficaz? El RACC ha respondido que sólo se conseguirá una reducción del 2%. Se asegura que el recorte del consumo permitirá bajar en un 5% las importaciones de petróleo anuales, lo que supondrá ahorrar cerca de 2.300 millones, según los cálculos del Gobierno. El plan, que responde a una actitud de "responsabilidad y coherencia" del Gobierno, busca reducir en 28,6 millones los barriles de petróleo comprados en el exterior al año y en 12,5 millones las toneladas de CO2 que se emitenReino Unido y Holanda  anunciaban, a su vez, limitaciones menos severas... En segundo lugar, porque se sospecha que el Gobierno pretende, más que otra cosa, recaudar el fruto de las multas que consiga la superación de esos límites de la velocidad vigente. Y, en mayor medida, o paralelamente, se critica la afición del gobierno a “prohibir y prohibir”: Y se sitúan en la misma relación de prohibiciones absurdas e inaceptables los crucifijos de los colegios, la ley antitabaco, los toros en Cataluña, el botellón en la calle... Toda una relación de decisiones que a sectores de la oposición parecen inasumibles e incompatibles con los niveles de propia libertad de cada ciudadano...  Y sin embargo, ni las críticas ni las bromas han hecho al Ejecutivo recular de su medida para ahorrar gasolina y energía, como ha explicado profusamente el vicepresidente Rubalcaba.

Lo cierto es que esta madrugada,  y en los seis meses que siguen, las carreteras de toda España  ya lucen la nueva señalización, que recuerda a los conductores de automóviles y motocicletas que no pueden superar los 110 kilómetros por hora ni en autopistas ni en autovías, después de que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicara el sábado el real decreto, que explica y justifica como finalidad el ahorro energético ante la crisis de los precios del petróleo causada, fundamentalmente, por el conflicto libio. No pocos ciudadanos han expresado se rechazo en encuestas televisivas o radiofónicas, o en las redes sociales. Incluso algunos han reclamado que se establezca el límite en los 140 kilómetros hora, tras conocer la opinión dividida de los expertos : unos sostienen que se trata de una medida escasamente efectiva, y otros apelaron a los costes que tiene la imposición de la nueva norma y los costes que originan las nuevas señales... El Partido Popular no ha dudado en calificar la decisión del Gobierno de disparate, esperpento y, sobre todo, de ocurrencia. Al PP casi todo lo que decide el gobierno le parece insensato y  deleznable. Hasta el corredor Fernando Alonso se atrevió a cuestionar la reducción de velocidad, alegando que  el conductor podría dormirse en la carretera.... No hay que olvidar que esta medida de los 110 kilómetros hora forma parte de un paquete de decisiones, como reducción de tarifas en trenes de cercanías, facilidades para la renovación de neumáticos, reducción de costes de la iluminación en las calles... , todas tendentes a lo mismo. Reducir la factura del consumo del gasto eléctrico y del consumo de combustibles. En teoría, el Gobierno calcula que se podrían ahorrar unos 2.300 millones de euros al año, lo que algunos se niegan a creer. En todo caso, se trata de medidas coyunturales  y temporales, y tanto dure la actual crisis petrolífera. Se revisarán  tras las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, y son, como decimos, parte de las medidas del Gobierno para reducir el consumo energético -que se ha disparado con la serie de revueltas populares en varios países árabes, particularmente el productor Libia.  Hasta entonces podrán aplicarse sanciones por circular a una velocidad superior a los 110 kilómetros, entre las que se incluye la pérdida de puntos. Con la entrada en vigor de los nuevos límites, los usuarios pillados entre 111 y 140 kilómetros por hora serán sancionados con 100 euros de multa, y entre 141 y 160, con 300 euros. Para aquellos que sean “sorprendidos”  entre 161 y 170, la sanción será de 400 euros, entre 171 y 180, de 500, y a más de 180, de 600...Hasta 150 no se pierden puntos. Entre 151 y 170 kilómetros por hora se descuentan 2 puntos; entre 171 y 180, se pierden 4 puntos, y entre 181 y 191, de ser “cazado”, el conductor se quedaría sin seis puntos. A partir de esa velocidad se considera delito y se remite a la vía penal...

Pero es seguro que habrá “objetores por un día”, como los hubo con la ley antitabaco...


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