Actualmente, el pesquero español está esperando para recoger provisiones para abandonar el puerto de Trípoli, para volver a faenar.
Los 25 inmigrantes desembarcados en Trípoli son de edades comprendidas entre los 18 y 25 años, y el cadáver es el de un joven de unos 18 años. La entrada al puerto de la capital libia se produce tras autorizar el Gobierno de Libia en la tarde del viernes, el atraque en el puerto del pesquero español con los 26 inmigrantes que fueron localizados el miércoles, día 13, a 95 millas de la costa próxima a Trípoli.
La autorización de Libia se produjo después de que el Gobierno español realizara gestiones con el fin de que se pudiera dar solución al problema. Los inmigrantes y la tripulación del Nuestra Madre de Loreto "se encuentran bien, aunque cansados", según Sestayo.
Asimismo, reconoció que tanto él como la tripulación del pesquero tendrán que superar "el cansancio, la falta de sueño y el fuerte impacto emocional" de los últimos tres días. A continuación, explicó Sestayo, tienen "intención de regresar a recoger nuestros aparejos", que tuvieron que dejar a 90 millas de aguas de Trípoli cuando rescataron a los 26 viajeros.
El miércoles, el barco se percató de la presencia de una pequeña lancha motora que se encontraba a la deriva. Esta embarcación se acercó al pesquero e incluso colisionó, causando algunos daños en el motor.
A continuación, uno de los inmigrantes se lanzó al mar con una garrafa en la mano y se dirigió a nado hacia el barco. No obstante, las fuertes corrientes que se registran en esa zona, arrastraron al inmigrante y obligaron a la tripulación del buque a acudir en su auxilio, y subirlo a bordo.
El resto de los inmigrantes permaneció durante toda la noche en la lancha motora, que fue amarrada al barco español. Con las primeras luces del día, los inmigrantes se arrojaron al mar obligando de nuevo a los pescadores españoles a rescatarlos uno por uno.
El armador del barco, José Durá, afirmó el jueves desde Santa Pola que "posiblemente" el "estado de la mar unido al cansancio" que arrastraban los afectados hizo que uno de ellos falleciera antes de ser socorrido por los pescadores españoles.
El buque Nuestra Madre del Loreto cuenta con una tripulación de 14 marineros y tiene base en Santa Pola, si bien todos menos el maquinista —que procede de Santa Pola— son gallegos. La embarcación se dedica a la captura de quisquilla y suele permanecer en alta mar por periodos de un mes y medio.
Se da la circunstancia de que el armador de esta embarcación, José Durá, casualmente ocupaba el cargo de patrón de la embarcación Francisco y Catalina, también dedicado a la captura de quisquilla con base en Santa Pola, que en julio de 2006 rescató a 51 inmigrantes en aguas de Libia, a 100 millas de Malta.