Cara y cruz para Rojas y Fran Pérez en Cataluña

La centenaria edición de la Volta Ciclista a Catalunya echaba hoy a rodar con una jornada animada por un cuarteto en fuga y con desenlace al esprint. El letón Smukulis (HTC) lograba escapar a las zarpas de un pelotón habriento, y presente en la fuga, lograba materializar en forma de triunfo y maillot amarillo su perseverancia en el intento. En la meta de Lloret de Mar, Alessandro Pettachi se imponía al ciezano del Movistar, José Joaquín Rojas. Italiano y español cruzaban bajo el arco de la meta medio minuto después que Smukulis. Daban tiempo así a un reducido pelotón seleccionado en la ascensión al alto de San Grau (1ª categoría), a poco más de 30 kilómetros del final. Rojas dejaba así constancia, una vez más en la presente campaña que, es de los pocos velocistas que logra superar el terreno montañoso. Quizás sea porque el de Cieza no es un velocista puro, y esa cualidad le distingue, le favorece y le brinda opciones de ser premiado. “Ha sido un poco mezcla de todo –explicaba Rojas para justificar el error de cálculo del pelotón en la caza de la fuga-. Entre que al final no teníamos muchas referencias, que no ha habido mucho acuerdo, nos han faltado veinte segundillos para pelear por el triunfo. También el puerto ha eliminado mucha gente que podía haber tirado. En Pasamontes ha hecho un trabajo excelente desde que hemos coronado, pero Tondo e Intxausti tampoco se podían exprimir porque pueden luchar por la general. En el sprint he arrancado muy lejos viendo que ya no le cogíamos y al final me ha pasado Petacchi. Pero es muy diferente esprintar para ser primero que para ser segundo. En teoría, quedan cinco días con opciones de llegar al sprint y no tengo miedo a jugármelo con él. Después de cómo me he encontrado en Paris-Niza o Milán-San Remo hay que tratarles de tú a tú. Siempre te da rabia porque es una oportunidad menos, pero hoy me quedo con las sensaciones que he vuelto a tener y con ver que me he recuperado de la paliza del sábado”. La mala suerte se cebaba con el otro murciano participante, Fran Pérez, también enrolado en el Movistar, que por un par de contratiempos casi consecutivas, no lograba llegar con los de delante. "Hay días en que uno debería quedarse acostado, y este de hoy ha sido uno de ellos. El cambio se ha vuelto loco; cambio de bici, y para colmo, en la última bajada me saca de la carretera un ciclista del Garmin-Cérvelo, que me empotra contra un avellano. Menos mal que estaba ahí, porque sino, me voy monte abajo. En fin, mañana sera otro dia", se lamentaba el espigado ciclista murciano. Mañana, segundo capítulo, en la víspera de la esperada etapa reina del miércoles en Andorra. Serán 169 kilómetros de trazado entre Santa Coloma de Farners y Banyoles, con el alt des Angels, (1ª cat.) mediado el recorrido.