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Zapatero y un juego de niños

lunes 04 de abril de 2011, 08:00h
La anomalía no es que Rodríguez Zapatero anuncie que renunciará a presidir por tercera vez el Gobierno de España. La anomalía es que en España haya casi cinco millones de parados, y la responsabilidad que, por comisión o por omisión pueda tener el actual jefe del ejecutivo en esa barbaridad, en esa sangría humana, en esa catástrofe. Les juro que nunca me apunto mi militaré en la cofradía de los leñadores del árbol caído, aún reconociendo que el balance de las dos legislaturas de Zapatero en La Moncloa hayan tenido más sombras que luces, y especialmente la legislatura actual, en la que se negó la crisis galopante y acabamos, como en los peores tiempos de nuestra Historia, sin honra y sin barcos. Nadie es imprescindible, y menos un presidente de Gobierno o un ministro. La desaparición de un padre o de una madre puede dejar sin rumbo a una familia, pero la marcha o el cese o la dimisión de un político nunca es una tragedia nacional. El agua pasa, los puentes y las riberas quedan, y ayer mismo, en Palma de Mallorca era recibido, al grito de “presidente, presidente”. Alfredo Pérez Rubalcaba; y exactamente lo mismo que le ocurría en Alicante, y a la misma hora,  a Carme Chacón. Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno con ilusión, hizo lo que pudo, acertó, cometió errores, rectificó, dio un paso adelante y otro atrás (como en la “yenka”), aguantó el tipo, las urnas le dieron una segunda victoria, pero la calle le dio la espalda. En el sueldo de un presidente de Gobierno debe estar ser honrado, pero no está ser sabio, y más vale una retirada a tiempo que una derrota. Desde el Partido Popular, crecidos con las encuestas favorables, se pide que Zapatero convoque elecciones generales cuanto antes, y que no siga casi un año más haciendo daño a este país. Son opiniones explicables en el fragor de la batalla política, y quizá la clave de un adelanto de los comicios generales se base en el análisis de los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes, del 22 de mayo. Me encuentro, amigos, en Valladolid, recogiendo el premio “Maestre”, que han tenido la generosidad de otorgarme mis paisanos, y por el que me siento muy honrado. Y en Valladolid, que es la ciudad en que nació Zapatero (aunque él se considera leonés por lazos familiares), apenas se habla de este futuro relevo al frente del Partido Socialista, quizá porque era un asunto perfectamente previsible, o porque hay cosas más importantes de que hablar. No estamos ante una conmoción ni ante un gran acontecimiento ni ante una página de la Historia en mayúscula o en minúscula. Se va o se irá Zapatero, sus delfines andan como pavos reales, la oposición piensa que ha llegado la “hora Rajoy”, pero, insistimos, hay casi cinco millones de parados ante cuyos problemas los juegos políticos de la madrileña calle Ferraz son un nada decoroso juego de niños. - Lea también: El PP cambia de objetivo: ahora el mensaje es 'elecciones anticipadas' ya ¿Chacón o Rubalcaba?: comienzan las quinielas sucesorias Rubalcaba y Chacón recibidos como "¡presidente!" y "¡presidenta!" ESPECIAL Diariocrítico: Análisis y opiniones de la 'retirada' de ZP > Escuche las columnas de Luis el Olmo en vídeo:
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