Era un partido para sufrir, dada la obligación del Barcelona de conseguir la victoria para no despedirse de la competición, pero los de Frank Rijkaard salieron a morder y sin apenas tiempo para el agobio de la grada arrollaron al Werder Bremen, que entró en el partido cuando ya había encajado dos goles.
El Barcelona llegaba a la cita sin dos de sus mejores armas ofensivas, Eto'o y Messi, protagonistas del partido en Bremen por la grave lesión de rodilla del camerunés y por el decisivo gol del empate del argentino, pero contó con un Ronaldinho enorme y también con la mejor versión de Giuly y Gudjohnsen.
El brasileño estaba ansioso por volver a dar lo mejor sí en un partido que lo requería. Y vaya si lo hizo. El brasileño guió al Barcelona hacia la victoria, rompió la igualdad con un lanzamiento de falta que engañó a todos los defensas de la barrera y se coló por debajo, e inició la jugada del segundo, culminada por Gudjohnsen a pase de Giuly.
El trío de ataque del Barcelona ofreció su mejor nivel, aunque fue un gran primer tiempo de los azulgrana en todas sus líneas. Puyol salvaba a los ocho minutos un balón del brasileño Diego cuando se disponía a rematar ante Valdés, Deco volvía a impartir una lección de fútbol en la media y Ronaldinho asumía su papel.
Giuly se fue de su marcador, Wome, en su primera acción ofensiva, aunque Gudjohnsen no acertó a rematar, apenas tres minutos después del pitido inicial, y a los 10 minutos el francés ponía a prueba al portero Wiese con una gran volea. Después era Motta quien lo intentaba con un cabezazo que se marchó alto.
Ronaldinho guía al Barcelona hacia octavos
El Barcelona acorraló al Werder desde el comienzo y pronto encontró el gol, un premio a Ronaldinho por su inteligencia para explotar el peligro de sus lanzamientos de falta. No fue extraordinario en la ejecución, ni lanzó con efecto para superar por alto la barrera como cabía esperar, sino un tiro raso igual de genial por su resultado.
El brasileño hizo lo que nadie esperaba y lanzó raso a la barrera encontrando el gol bajo las piernas de sus rivales, en pleno salto y con Wiese batido. El propio Ronaldinho había provocado además la falta tras una gran combinación con Iniesta, que volvía a sentar a Xavi en un partido de máxima trascendencia.
Cinco minutos después, en el 18, llegó el segundo. Otra vez con Ronaldinho como protagonista, en este caso por un cambio de juego para Giuly, quien le puso el gol en bandeja a Gudjohnsen. El islandés culminó con el remate a gol solo ante la portería en el que fue su noveno tanto en lo que va de temporada.
Gudjohnsen, además, rozó un gol que habría sido antológico cuando quedaban diez minutos del descanso. Recibió fuera del área de Deco, que se había recorrido medio campo con el balón pegado al pie, y se marchó de todos los que le salieron al paso, hasta cuatro, pero el tiro final se estrelló en el poste y Giuly falló en el rechace.
El Barcelona empezó a rebajar entonces la intensidad de su juego y el Werder Bremen pudo sacudirse la presión, pero los alemanes se fueron al descanso sin haber llegado a lanzar un balón entre los tres palos de Valdés, aunque lo intentó Naldo en una falta (m. 37) y cerca estuvo Klose de alcanzar un centro de Wome (m. 43).
Pero ni mucho menos había que dar por muerto al Werder Bremen. Haciendo buena la tradición de los equipos alemanes, los hombres de Schaaf comenzaron el segundo tiempo con ambición, en busca de un gol con el que meter el miedo en el cuerpo a un Barcelona que cedió el balón a su rival y se centró en conservar el resultado.
El conjunto germano se adueñó del juego y pudo marcar en varias ocasiones. Además, se vio ante la posibilidad de que era su noche cuando Gudjohnsen perdonó el 3-0 cuando lo tenía todo a su favor y acabó fallando ante una buena salida de Wiese. Justo después, llegaron las mejores oportunidades del Werder.
Valdés se encontró con el balón en un remate de cabeza de Diego un minuto después y tres más tarde la fortuna estuvo del lado del Barcelona. Jensen colgó un balón que rechazó la cruceta y Klose no tuvo tiempo para rematar en condiciones y lanzó fuera ante el alivio de un Camp Nou que empezaba a sufrir.
Rijkaard buscó soluciones en el banquillo al cuarto de hora de la reanudación con la entrada de Thuram en lugar de Motta, lo que anulaba la posibilidad de quedarse con un jugador menos porque el ítalo-brasileño había visto una tarjeta amarilla al tiempo que adelantaba a Márquez al centro del campo para tratar de frenar al Werder.
Además, poco después Iniesta tuvo que retirarse lesionado. Schaaf, por su parte, se acabó jugando todas sus opciones para volcarse en ataque con la entrada de Klasnic, que dispuso de la última oportunidad, y Hunt junto a Diego y Klose, quien también asustó con una jugada en los minutos finales que Gio terminó alejando.
El Barcelona aguantó el tirón final de los alemanes y celebró por todo lo alto el pase a los octavos de final, en los que, a diferencia de la pasada campaña, jugará con la desventaja de tener que disputar fuera de casa el partido de vuelta de la eliminatoria que le otorga su segunda posición del grupo por detrás del Chelsea.
FICHA TÉCNICA
--RESULTADO: FC BARCELONA, 2 - WERDER BREMEN, 0 (2-0, al descanso).
--EQUIPOS.
FC BARCELONA: Valdés; Zambrotta, Puyol, Márquez, Gio; Motta (Thuram, min. 62), Iniesta (Xavi, min. 73), Deco; Giuly (Ezquerro, min. 85), Gudjohnsen y Ronaldinho.
WERDER BREMEN: Wiese; Fritz, Mertesacker, Naldo, Wome (Hunt, min.80); Frings, D. Jensen, Borowski; Diego, Klose; y Almeida (Klasnic, min. 71).
--GOLES.
1-0, min. 15. Ronaldinho, de falta.
2-0, min. 18. Gudjohnsen.
--ARBITRO: Massimo Busacca (SUI). Amonestó a Puyol (min. 48) y Motta (min. 53) por parte del FC Barcelona y a Wome (min. 75) y Frings (min. 77) por parte del Werder Bremen.
--ESTADIO: Camp Nou. 95.824 espectadores.
Si (
No(
