Herrera y López, la historia de un desencuentro

Los tripulantes del Apolo XIII repetían por radio: “Houston, tenemos un problema”, y desde Houston contestaban reiteradamente: “Aquí Houston, ¿pueden repetirlo de nuevo?”. Este diálogo de sordos es parecido al que sostienen Juan Vicente Herrera y Óscar López.   El desentendimiento entre ambos líderes se ha acrecentado en los últimos meses, en cada declaración se sueltan un ‘pullazo’. Así, en el asunto de los debates de televisión, Herrera viene tratando al socialista con un insultante desprecio. Este desdén se pone de manifiesto cada vez que el presidente concede una entrevista o realiza unas declaraciones.   ¿Cómo se ha llegado a esto? Hace un par de años estos políticos aparecían juntos ante los máximos representantes del mundo financiero y de los agentes sociales. Eran escenas a las que en la región no estábamos acostumbrados. Había tantos actos conjuntos que muchos se preguntaban, a un lado y otro del espectro político, si el tal López (era y es el novato) no tenía otra cosa que hacer que estar todo el santo día junto a Herrera, cuando su papel es el de oponerse a la labor de Gobierno. Eran días de vino y rosas, del codo con codo. Eran amigos (¿?). Dos buenos mozos que se llevaban muy bien. Dos políticos de distinto signo siempre sonrientes en las fotos, que quedaban y se llamaban en secreto.   Pero un día a uno de ellos se le calentó la boca y acusó de “cobardía” y pequeñez política, de no saber enfrentarse a sus compañeros de partido para defender los intereses de Castilla y León al presidente Herrera. Era enero de este año.   Y llegó febrero y ese mismo político en León le volvió a llamar “cobarde” por no mover un dedo por el carbón. Y un mes después tachó a Herrera de “cobarde” por no dar la cara tras la sentencia del Tribunal Constitucional por el Duero.   Y el socialista, obsesionado con ese insulto y con la petición de debates, se pone ‘chulín’ y espeta al presidente que se acabaron las excusas, y le exige un debate…Mientras el partido que dirige le grita a Herrera que no hay debate porque hay miedo, “miedo a algo tan simple como que los ciudadanos conozcan al presidente”… Y ayer, López, de los nervios, dice que no entiende qué puentes personales se han roto con el presidente Herrera. Está claro que no intimaron mucho y que no llegó a conocer ni por encima al presidente.