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El presidente no llenó en León ni en Mahón, aunque sí ayer en Valencia

‘Pinchazo’ de Zapatero en Zaragoza este domingo

‘Pinchazo’ de Zapatero en Zaragoza este domingo

domingo 15 de mayo de 2011, 14:17h
Mucha menos gente en su mítin en la plaza de toros que el de ayer de Rajoy en el mismo lugar.


Parece que los presagios, ante la recta final de la campaña, no son demasiado buenos para los socialistas, aunque ellos dicen confiar en remontar el vuelo en estos últimos días -quedan cien horas- gracias a los indecisos. Quién sabe lo que harán los indecisos, que son la quinta parte de los votantes. El caso es que Zapatero 'pinchó', moderadamente, pero pinchó, en el mítin decisivo de la campaña, en Zaragoza, este domingo. Decisivo porque era el 'día de las encuestas', y ninguna de ellas era demasiado alentadora para las expectativas del PSOE. Decisivo también porque este era el último fin de semana de campaña. Y decisivo porque este sábado, es decir, la víspera de la comparecencia de Zapatero en la capital del Ebro, Rajoy protagonizaba un mítin a la misma hora y en el mismo lugar (la plaza de toros) que el presidente del Gobierno iba a ocupar el domingo.   Y lo cierto es que el dirigente 'popular' llenó mucho más el coso y las gradas de lo que lo hizo ZP, quien aseguró que los socialistas están "remontando". Y el entusiasmo era sensiblemente mayor el sábado. La comparación era inevitable. Las encuestas, imparables. El clima, palpable. Todo parecía conjurarse este fin de semana en contra del aún presidente del Ejecutivo y secretario general del PSOE.   Zapatero lleva una campaña no demasiado brillante, y eso que es mejor mitinero, más cercano y más 'risueño' que Rajoy. No llena algunos de los locales en los que da mítines (le ocurrió en León, en Mahón y ahora en Zaragoza, aunque sí llenó el sábado en Valencia). Y sus mensajes no siempre son, a mi entender, afortunados: acusar al PP de estar virado a la extrema derecha es algo no demasiado creíble. Asegurar que su Gobierno no ha efectuado recortes sociales es, simplemente, inveraz, o incierto, o falso; seguir asegurándolo cuando los periódicos recuerdan el 'año del gran viraje' de ZP es, simplemente, desacertado. Casi un disparate, que muestra que el líder no está demasiado bien asesorado en esto.   Cierto que Zapatero ha tenido que bregar con muchas cosas coincidiendo con la etapa preelectoral: las cifras de la EPA, el acoso de la oposición por el 'caso Faisán', la(s) sentencia(s) sobre la (i)legalización de Bildu, el estallido de los ERE andaluces o los negros veredictos europeos y del FMI sobre el estado de la economía española. Son apenas cinco ejemplos, pero podríamos encontrar más: el péndulo de las urnas va ahora contra quienes están en el poder y a favor de los que se hallan en la oposición. Sea en Aragón, donde dos mujeres -Rudi y Almunia- se enfrentan por la presidencia de la Comunidad; sea en Castilla-La Mancha, sea en Sevilla o en Barcelona, que son cuatro plazas emblemáticas para el PSOE, en todas ellas corren vientos de posible mudanza. Es lo que decían este domingo, y en días anteriores, las sacrosantas encuestas. Tal vez eso explique la relativa atonía de los veteranos simpatizantes que acuden, en los autobuses de siempre, a los mítines de siempre, para escuchar los mensajes de siempre.   Zapatero, aunque aseguró este domingo que él no había venido a descalificar al 'adversario', dijo en Zaragoza que los proyectos de Rajoy son "ni fu ni fa". Se dedicó a mensajes 'concretos': ayudas a la agricultura, becas, fomento de la investigación, apoyo al sector del automóvil -que "tiene un futuro razonable", aseguró-.... y, claro, llamó al voto el domingo "para no dar ninguna oportunidad a esa derecha tan derechista que tenemos en este país". Repitió que, si gana esa derecha, se implantará el copago sanitario, se reducirán las becas y se olvidará a la "gente que tiene necesidades reales". "Allí donde hay un Gobierno socialista, llegan las políticas sociales, y eso es lo que nos jugamos el día 22" . A ZP le aplauden los suyos más que a Rajoy sus partidarios. Pero su mensaje pretendidamente 'positivo' llega menos.   En cambio, Rajoy mantiene un discurso tranquilo, inalterable, perfectamente previsible, para desesperación de los periodistas que siguen su campaña monótona y centrada exclusivamente en hablar de la economía. No parecen irle mal tantas referencias al paro, ni las casi nulas a otros temas. Como no parece irle mal el esquema adaptado a sus mítines: sin citar nunca a Zapatero por su nombre, le culpa de todos los males. Pregunta al auditorio cosas como  "¿quién bajó el sueldo a los funcionarios?". La respuesta,atronadora, de los asistentes: "Za-pa-te-roo". ¿"Quién ha empobrecido a los españoles?", y el grito ensordecedor de un público que se divierte: "Za-pa-te-rooo".   Unos mítines interactivos, ya se ve, que cosechan no poco éxito y que acaban siempre con el clamor de "Za-pa-te-ro-di-mi-sión" y con la petición por parte de Rajoy -que no renuncia a exigir el adelanto electoral- de que se produzca "el cambio en este gran país que se llama España". Claro que de cambio hablan todos...aunque nadie plantea cambiar las cosas lo suficiente. [email protected] - Lea también: Rajoy y sus mítines 'interactivos' Belloch no debate Los indecisos, decisivos >> ESPECIAL 22-M: Diariocritico se vuelca con las elecciones autonómicas y municipales. Visite nuestro especial.
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