Cierre de campaña: Se invita particularmente

Este final de campaña se han llevado el protagonismo los ausentes. Es curioso observar el celo con que algunos –en concreto los socialistas catalanes- han invitado a sus líderes a sus actos. Zapatero y sus ministros, incluido sorprendentemente la paisana Carme Chacón, han sido declarados “non gratos”. Vamos, que mejor que no pusieran los pies por Catalunya, que ahora toca mensaje autónomo y catalanista. En el mitin de anoche del PSC, esta vez poco PSOE, arropaban a Hereu la candidata fracasada Montserrat Tura, el histórico Raimon Obiols y el ex conseller Ernest Maragall. Es decir, una conjunción  de los que reclaman una cierta dosis de soberanía o de dignidad frente al pensamiento único del PSOE. Toda esta escenografía obligaba a esconder al expresident escaldado en las urnas, José Montilla, otro gran ausente de la campaña de Hereu, que pretende ir de amable pero al que le ha pegado un subidón a la vista de las encuestas que le acercan a Trias. Jordi Portabella, haciendo tándem con Joan Laporta, ha repetido campaña de Unitat x Barcelona sin demasiadas semejanzas con Esquerra Republicana. Por no invitar en este caso se ha quedado fuera Joan Puigcercós. De modo que a partir de ahora habrá que acudir sólo si tus candidatos te han invitado formalmente. Hay presencias por lo visto indeseables o non gratas. En cambio, CiU no ha tenido reparos en enseñar todo su fondo de armario: el presente (Mas, Durán y Trias) y las raíces (Pujol, Roca, Cullell, Molins). Trias se cree esta vez de verdad que puede resultar elegido alcalde. Veremos: de Meridiana hacia el este, hay mucho votante, y no es voto de CiU precisamente. Tanto Iniciativa, incluido el autodesaparecido Joan Saura, y el PP con Alicia y Alberto Fernández Díaz, se han expresado en estos últimos minutos con lo mejor que tienen aquí. Aunque el contrapunto a la campaña lo han marcado los indignados de la plaza Catalunya. Pacíficamente, con didáctica y con ganas de regirse y de erigirse en asamblea, desvelan propuestas que para que puedan salir adelante, quiérase o no, pasarán por el tamiz de esos políticos a los que tanto vilipendian.