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Tres apuntes sobre Rubalcaba en ABC, El País y El Mundo

Tres apuntes sobre Rubalcaba en ABC, El País y El Mundo

domingo 03 de julio de 2011, 12:36h
Parece evidente que Alfredo Pérez Rubalcaba, o simplemente Alfredo, o P.Rubalcaba, es personaje de la mayor actualidad, a ya menos de una semana de que sea designado formal y oficialmente candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno de la Nación. Ya hace varios meses que tiene sobre sí esa condición, pero formal y oficialmente sólo se producirá el día 9. Y también ya hace unos cuantos meses que, para evitar el indudable riesgo que significa esta candidatura, el PP se apresta a combatirla, y la combate en el día a día. Basta recurrir alas declaraciones que este domingo hace al diario ABC la portavoz del PP, Sáenz de Santamaría, quien sostiene que “el mito de Rubalcaba ha caído”. Dice la portavoz que no le ha oído ninguna idea original y propia y que estamos viendo “al peor Rubalcaba, que probablemente es el que es”. Añade que tanto os ajenos como los propios se han decepcionado con APR. A Rubalcaba dedican también amplias atenciones tanto El País como El Mundo. En El País, para trazar un retrato del candidato ante su mayor desafío, con declaraciones del actual vicepresidente, ministro del Interior y portavoz del Gobierno acerca de muchas cuestiones de actualidad, como  Bildu, o los indignados, y con opiniones de algunos de sus amigos y adversarios, como José María Maravall, Jaime Lissavetzky o  Federico Trillo. En ese retrato del personaje, empieza relatando El País que, hace 43 años, la joven promesa del atletismo español Alfredo Pérez Rubalcaba, se derrumbaba sobre la hierba del estadio Vallehermoso, en Madrid, y rompía a llorar desconsolado, consciente de que la grave lesión que acababa de sufrir truncaba su carrera de velocista. Tras descubrir que podía vivir sin el sostén religioso, aquel chico observador, inquieto y despierto se había enganchado al atletismo y andaba envenenado, dice él, con la idea obsesiva de batir el récord de los 100 metros. Al año siguiente se metió en política, escandalizado por la noticia de que su compañero de colegio Enrique Ruano se había precipitado al vacío desde un séptimo piso de Madrid mientras estaba detenido por la Brigada Político-Social franquista. Luego se recuerda cómo “el recurrente número dos socialista”, ha sido pieza imprescindible de sus Gobiernos y superviviente excepcional de las crisis y derrotas, y ahora sale del segundo plano y salta a la arena para librar con Mariano Rajoy el combate de jefes que decidirá el Gobierno de España y el futuro de su partido. Según la descripción que se hace de él “la derecha teme a este hombre, incluso en momentos como el presente en el que las siglas PSOE parecen un boleto seguro perdedor, y a la extrema derecha le descompone el mero enunciado de su nombre”. Yse recuerdan algunos “títulos que le han dispensado sus enemigos: "Príncipe de las tinieblas", "príncipe de las cloacas", "Maquiavelo", "inductor de la masacre del 11-M", "cerebro en la sombra de los indignados”. Y luego, entra en materia con voces más autorizadas: "¿Que quién es Rubalcaba? Pues un tipo muy listo, un pájaro político de cuidado, un jugador de mus calculador que te cuenta lo que quiere y te saca lo que le interesa", afirma una antigua correligionaria que, pese a sus discrepancias, sigue guardándole cariño. "En la campaña de las presidenciales de 2000 me adelantó que Joaquín Almunia no tenía ninguna posibilidad porque para ganar, decía, antes hay que conseguir que la gente te llame por tu nombre. Me hizo ver que mientras a Felipe González los nuestros le llamaban Felipe, a Almunia casi nadie le llamaba Joaquín". Luego se refiere a  su conocida su facilidad de palabra y capacidad comunicativa de este hombre, que “descansa en el lenguaje corporal, en los gestos envolventes, algo hipnóticos, de sus manos, en las expresiones faciales, el juego de señales de los ojos y el énfasis verbal que le permite enfocar e iluminar donde quiere. Es verdad que la ironía, su arma dialéctica preferida, corre en el texto un riesgo mayor de ser mal interpretada”. Sus datos básicos: Alfredo Pérez Rubalcaba nació el 28 de julio de 1951 en Solares, Cantabria, fue un estudiante brillante, remató sus estudios con el Premio Extraordinario Doctorado en Ciencias Químicas, y era un niño tan bueno y religioso que en los veranos se levantaba a las siete de la mañana para ayudar a misa en el convento de las Carmelitas Descalzas de El Escorial. Siempre ha apreciado que la dirección del colegio del Pilar de Madrid, donde estudió, le autorizara a no asistir a misa cuando, a los 16 años, el eterno delegado de clase que él era entró en crisis de fe. "A los 16 años empecé a engancharme al atletismo. El 1 de mayo de 1968 hice 11,1 segundos en una pista de ceniza y lloviendo. Eso significaba que podría correr los 100 metros en 10,7 o 10,8 segundos, pero entonces llegó la lesión. Fue en Madrid, en el estadio Vallehermoso, en pista de tartán. Nos habían dado mal la hora de competición y sólo pudimos calentar 10 minutos. Tuve una rotura fibrilar muy grave que me mantuvo un año sin correr porque mis padres se opusieron a que me operara.  Luego volví a correr, pero ya no era lo mismo aunque llegué a hacer 10,9. No conseguí curarme del todo”. Ahora mismo, en su gran prueba por la presidencia de España, Rubalcaba compite con un lastre a la espalda de 13 puntos, el porcentaje en intención de voto que media entre su partido y el PP, mientras su contrincante corre libre de cargas y con el viento a favor de los últimos comicios. Aunque no lo explicita, se cuenta seguidamente, es consciente de que sus posibilidades son escasas por mucho que acierte en la táctica y grande que sea la confianza en sí mismo. Los socialistas tienen confianza en la brillantez oratoria y la esgrima dialéctica de su campeón. "Alfredo está en un momento de plenitud de experiencia y conocimiento. Si fortalecemos su candidatura, todo puede ocurrir", sostiene el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. "En 1993, Felipe recuperó ocho puntos, y en 2005, Gerhard Schröeder salvó 18, aunque es verdad que aquellas elecciones federales estuvieron precedidas de grandes inundaciones en Alemania", recuerda José María Maravall, exministro de Educación. "Hay partido", aseguran también Javier Solana, ex secretario general de la OTAN y máximo representante exterior de la UE hasta hace dos años; a su vez, el ex secretario de Estado para el Deporte Jaime Lissavetzky; la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano; la exministra de Educación Mercedes Cabrera; los diputados Eduardo Madina y Óscar López, y muchos otros de sus correligionarios. Claro que, dadas las circunstancias, la expresión "hay partido" incluye seguramente la dulce derrota y la digna capitulación. Y una gran pregunta final: ¿Por qué este hombre extremadamente inteligente, calculador y táctico, que no da puntada sin hilo, se lanza hacia lo que parece su suicidio político? ¿Por qué no ha dejado que fuera su competidora Carme Chacón quien se estrellara en las urnas para, una vez expedito el camino, recomponer los trozos rotos y reclamar el liderazgo? Concluye El País que una explicación es que el candidato se siente elogiado y reconocido, se sabe la esperanza del partido y quiere aprovechar la oportunidad de hacerse con el liderazgo ahora y con la secretaría general más adelante. El muñidor de las grandes operaciones, negociador de todos los acuerdos, hombre puente entre las corrientes y los grandes egos domésticos, se habría cansado de dar la cara por otros y ahora reclama el papel estelar. Y tras las opiniones ajenas, opina el propio Rubalcaba sobre cuestiones muy diversas: “Mi primera meta se sitúa en el día de las elecciones, pero mi proyecto político es de largo recorrido y tiene vocación de continuidad para toda la legislatura. Me apetece dar el paso porque como ejercicio intelectual resulta apasionante, sobre todo por responsabilidad con mi país y con mi partido. Ahora tengo la posibilidad de ser yo mismo y de formular cosas que siempre he tenido en la cabeza pero que no he llegado a plantear. Voy a pasar de hablar en nombre del Gobierno a hacerlo en el mío propio. Con Zapatero, hemos trabajado juntos, pero somos distintos, naturalmente. Tampoco pienso hacer caso a los sociólogos que me dicen que me separe de ZP. No pienso buscar rupturas artificiales. ¿Si me corresponsabilizo de los errores del Gobierno del que formo parte? Me siento responsable, claro, pero la situación que vivimos no es la de años atrás. Si no hubiéramos hecho las reformas, España estaría ahora intervenida como Grecia, Portugal e Irlanda, y eso habría sido un desastre para toda una generación de españoles. Deberíamos haber hecho otras reformas laborales hace ocho años.Deberíamos haber dado flexibilidad a las empresas cuando las cosas iban bien. No lo hicimos y hoy nos encontramos con que una empresa puede entrar en crisis en poco tiempo. Tenemos que hacer todo lo posible para que el despido sea la última medida que se le ocurra al empresario. ¿El movimiento de los indignados? Entre otras cosas, expresa el malestar por el deterioro de la democracia, su rechazo a la corrupción y al enfrentamiento continuo entre los grandes partidos. No escucharles es de necios. Nosotros los políticos somos un problema porque se nos ve como problema, y esa percepción se ha agudizado con la crisis hasta hacerse insoportable. El año pasado lo comenté con diputados del PP tras un pleno de esos de rifirrafe: ¿qué puede pensar un parado al vernos con estas trifulcas? Dice de Bildu: Yo no era partidario de que los legalizaran tan rápidamente, pero si Bildu existe es porque detuvimos a Txeroki y a otros jefes de ETA. Siempre supe que el final del terrorismo traería la recomposición nacionalista y el resurgimiento del independentismo. Después de estar ganando la guerra, lo que no podemos consentir es que nos ganen la paz. No debemos admitir que ellos reescriban la historia; ahí hay que dar la batalla. Rubalcaba es un personaje complejo y brillante, poliédrico y polivalente. Puede disertar con propiedad sobre el plan energético, la biotecnología o la contracción fiscal, con la ventaja añadida de que, devorador de libros y estudioso impenitente como es, mantiene viva la curiosidad y las ganas de aprender.  En la tercera versión del personaje que nos han ofrecido este domingo, tras la de ABC-Santamaría y El País, cuenta El Mundo que el candidato Rubalcaba, arremetió contra los bancos que han criticado la medida aprobada el viernes por el Gobierno de aumentar el mínimo no embargable en casos de impago de hipotecas, y aseguró que "los bancos tienen que cobrar sus hipotecas, pero no pueden hacerlo a coste cero ni a costa de la gente que lo está pasando mal". Rubalcaba indicó que no acepta el argumento de que el Ejecutivo se está inmiscuyendo en un contrato privado que la gente firmó, "y aunque es verdad que hubo gente de las que se puede decir cómo se metió en ésta, al límite de sus posibilidades, también hay que preguntarse: ¿por qué les dieron esas hipotecas?, ¿quién tiene más responsabilidad si el que la pide o el que la concede?, ¿y que responsabilidad tienen los directores de las sucursales que cobraron porcentajes por dar esas hipotecas que están al límite?". En este trabajo periodístico de El Mundo se cuenta que, ante medio de centenar de secretarios generales provinciales del PSOE, Rubalcaba pidió a los suyos que defendieron la medida adoptada por el Gobierno en este ámbito, así como las tomadas en torno a los emprendedores y los créditos ICO para que los ayuntamientos paguen a Pymes y autónomos. Rubalcaba indicó que este tipo de medidas son las que se acercan a los problemas de la gente, y adelantó que su proyecto político estará centrado en medidas similares. "Hay que hacer un proyecto nuevo adaptado a la nueva situación y ofrecer soluciones. No nos van a votar por lo que hemos hecho, podrán estar de acuerdo o no, ni tampoco nos van a votar por lo que se supone que va a hacer la derecha, que todo el mundo atisba. Nos van a votar por lo que digamos, por la credibilidad y la consistencia de nuestro proyecto. Tenemos que construir un proyecto de calado. Los problemas son tan grandes, que las soluciones tienen que estar al nivel de los problemas". Este concepto de proyecto potente y de reinventar la acción política del PSOE también lo desgranó José Blanco en su primera intervención, para presentar al candidato. Blanco planteó que hay que hacer las cosas de distinto modo: "Hay que desplegar un nuevo método que implica a algunas renunciarse, replantearse si algunas cosas o mensajes políticos sigue funcionando. Os diré tres, que en mi opinión, ya no funcionan: apelar al voto del miedo de que viene la derecha; limitarse a insistir en la corrupción de los adversarios y hacer las cosas sin explicarlas bien". Blanco abogó porque este cambio de funcionamiento y de mensaje se tiene que plasmar en la campaña del candidato y pidió al partido que se vuelque en dar ideas, proyectos y nuevos mensajes. El Mundo señala que las claves más importantes de su futura actuación  quedarán desveladas en el discurso que pronunciará el día 9, y asegura que todavía tiene dudas  sobre cuál es el momento más oportuno para dar el paso de dejar el Gobierno…
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