El mejor debate de Zapatero

   Desde la tribuna de prensa del Congreso de los Diputados creo que he visto y oído el mejor discurso y debate parlamentario del presidente Zapatero desde que ocupa su puesto. Es también la ocasión en que su Grupo Parlamentario le ha apoyado más, hasta el punto de la entrega y del aplauso como no es costumbre en ellos. Zapatero ha descrito la realidad de este país, sin decir mentiras ni exagerar en el triunfalismo propio de estas situaciones. Observando las caras y las actitudes de los dirigentes y diputados del PP, incluido el propio Rajoy, me daba cuenta de que les faltaba el impulso y las ganas para sus habituales gritos y abucheos de otras ocasiones, el mejor síntoma de que las intervenciones del presidente del Gobierno les iban haciendo mella progresivamente. Salí del hemiciclo pensando que en esas horas Zapatero había empezado a ganar las elecciones generales de marzo de 2008.

   El estado de la nación es lo que el presidente había contado, dejando al margen los efectismos y la propaganda política que siempre rodean a esos discursos. Nada que ver con el estado de la nación que trataría de seguir presentando Mariano Rajoy, ignorando todo lo positivo y cautivo de sus obsesiones disparatadas, centrando el esfuerzo en condenar al Gobierno y su presidente por un par de aspectos de la realidad nacional en los que la oposición tiene la obligación de apoyar al Gobierno, como es el caso de la lucha antiterrorista. En el debate, Zapatero ha triturado literalmente a Rajoy, como sabe cualquiera que haya seguido o leído los contenidos. El líder del PP se repitió hasta el hartazgo en sus obsesiones. A pesar del jaleo y de las desmesuras, tengo la convicción de que esa gente sabe que está metida en un barrizal de difícil salida. Sin tener yo que recurrir a la evidencia del muy distinto comportamiento del resto de los grupos hacia el presidente Zapatero y sus esfuerzos por hacer avanzar este país. El Presidente le ha espetado al jefe de la oposición, en unidad de acto, todo lo que tenía que haberle dicho desde el principio de la legislatura.