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Corrida toros en Barcelona

Lluvia de orejas excesiva en una tarde reivindicativa en la Monumental

Lluvia de orejas excesiva en una tarde reivindicativa en la Monumental

lunes 11 de julio de 2011, 09:08h

Más de media entrada. Toros: Domingo Hernández y Garcigrande. El sexto devuelto, por un ejemplar de Domingo Hernández., deslucido y rajado. El primero, noble, fue premiado con la vuelta al ruedo. Manejables segundo y quinto. Manso encastado el tercero y mansurrón e incómodo el quinto.

El Juli: dos orejas con aviso, y oreja; Sebastián Castella: dos orejas en ambos; José Mari Manzanares: aviso y ovación desde el tercio; dos orejas.

Cuadrillas: destacaron Juan José Trujillo, Curro Javier ( cuadrilla de Manzanares) y Javier Ambel (de la de Castella), que tuvieron que desmonterarse.

Un ambiente triunfalista y reinvidicativo, porque sonaron tras el paseillo y después de dos toros los gritos de “libertad, libertad”…Y el palco, se dejó llevar por ese triunfalismo, otorgando con generosidad las orejas, especialmente en los segundos trofeos de algunos toros. Los tres toreros se justificaron, destacando Julián López. El Juli tuvo una actuación pletórica en la que destacó su técnica y poderío frente a dos toros de cariz distinto. Al espléndido y bravo primer toro, tras unos doblones por bajo, le alargó el recorrido de su bonancible embestida, en un palmo de terreno, bajándole la mano, y rematando con excelentes pases de pecho. Exprimió al máximo- en el buen sentido- a su oponente. Ante el cuarto, un mansurrón algo incómodo, le dejó la muleta fija en la cara, tapándolo muy bien, y en la tercera tanda se había hecho ya con el toro. Le obligó , aunque fuera a base de “tirones” , a que pasara por donde el diestro quería. Se volcó en ambas estocadas. Y con el capote, anotar magníficas chicuelinas en su segundo , y desgranó verónicas, así como gaoneras ceñidas en su primero. En definitiva, variedad. Sebastián Castella comenzó su labor ante el primero con bellos estatuarios sin enmendarse, y hubo una primera parte de la faena, en la que no consiguió conectar con el público. Le faltó algo de temple, con un toreo excesivamente “eléctrico”. Luego, pasó a “sus” terrenos de cercanías, instrumentando circulares, y ahí si que el público se le entregó. Las dos orejas se nos antojan excesivas. Como la segunda en el quinto toro, cuya faena inició con su acostumbrado pase cambiado por la espalda. Lo toreó en la corta distancia, faltando limpieza en la ejecución de los pases. No se acabó de centrar, y acabó como en el otro, con su arrimón en terrenos del toro, los clásicos circulares, etc. Acabó con dos buenas estocadas con sus dos enemigos, volcándose. José Mari Manzanares tuvo mala suerte con su lote: el primero, un toro manso pero encastado, y algo reservón; intentó con voluntad meterle en canasta, pero el animal se resistía; a veces le resultó difícil colocarse. Sin embargo,.consiguió muletazos aislados con su acostumbrada plasticidad. Se empeñó en matar recibiendo, errando en varios intentos. Y ante el sexto, un sobrero rajado y deslucido, anotar unas espléndidas verónicas cargando la suerte. En el último tercio, se descaró y le obligó a embestir por donde no quería el toro; le tapó muy bien con la muleta dejándosela en la cara. Esta vez volvió con la suerte de recibir al matar, y acertó. El público, dejándose llevar por el triunfalismo de la tarde, consigió que el presidente otorgara la segunda oreja, creemos que excesiva, sin desmerecer para nada la labor del alicantino. - Lea también: San Fermín 2011: quinto encierro muy rápido y limpio Canal toros>>  
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