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6.000, según la Guardia Urbana, se manifiestan contra los ajustes del Govern

Los 'indignados' barceloneses renuevan su admiración por el Fraga de 'la calle es mía'

Los 'indignados' barceloneses renuevan su admiración por el Fraga de "la calle es mía"

Este jueves, perjudicarán a la ciudadanía que dicen defender cortando las principales arterias de Barcelona

jueves 21 de julio de 2011, 01:03h

"La calle es mía", dícese que dijo Manuel Fraga Iribarne como ministro del Interior tras la muerte de Francisco Franco, como una muestra de prepotencia ante las incipientes ganas de democracia de la ciudadanía. 35 años después, los autodenominados como 'indignados' han recurrido al lema -no es la primera vez que lo hacen: parecen demostrar así una profunda admiración por el de Villalba- para justificar una manifestación contra los ajustes del Gobierno de la Generalitat llevada a cabo este miércoles. Como siempre, con la premisa de que son, por derecho -y autoridad moral- propio, representantes absolutos del pueblo. Concentración que falta saber si hubieran hecho de no haber habido un Gobierno nacionalista -como los dos del tripartito, por ejemplo- en la Generalitat. Este jueves, más. Tienen previsto complicar la llegada a sus puestos de trabajo de aquéllos a quienes dicen defender cortando las principales vías de acceso a la ciudad desde primera hora.

Miles de personas han marchado esta tarde en Barcelona -6.000 según la Guardia Urbana y 30.000 según la organización- contra la aprobación este mismo miércoles en el Parlament de los Presupuestos de la Generalitat y los recortes que prevén. Los manifestantes han empezado el recorrido a las 19 horas en plaza Catalunya y han avanzado hasta llegar a la Bolsa de Barcelona, ante la cual han tirado una traca de petardos y han proferido cánticos contra banqueros y han pedido cárcel para el presidente del Banco Santander, Emilio Botín. Ya en Via Laietana, los manifestantes han hecho dos paradas, frente a la patronal Fomento del Trabajo y en la sede de CC.OO., donde han advertido a los líderes sindicales de los sindicatos mayoritarios CC.OO. y UGT que, si no quieren ir a la huelga, no les necesitan. La cabecera de la marcha ha insistido en el lema 'indignado': 'La calle es nuestra, y no pagaremos vuestra crisis', y las críticas han vuelto a ir dirigidas a la clase política y al sector bancario. La mayoría de gritos han reivindicado una sanidad pública de calidad, y han clamado contra el presidente de la Generalitat: '¿Artur Mas a que mútua vas?', 'Recortar la sanidad es asesinar'. La marcha ha terminado en el parque de la Ciutadella, donde los manifestantes han hecho una asamblea a las puertas del recinto en la confluencia del paseo Picasso y la avenida Marquès de la Argentera. Unas 2.500 personas han estado debatiendo, sobre todo sobre el sistema sanitario y los recortes en este ámbito, tras pactar con los Mossos d'Esquadra que podían quedarse en este punto y con un cordón de 'indignados' que impedía el contacto con los antidisturbios para evitar cualquier altercado. Han acordado que este jueves a las 7.30 horas bloquearán algunas vías de entrada a la ciudad: la avenida Diagonal en Zona Universitària y la Meridiana en el Nus de la Trinitat, además de convocar una marcha a las 10 horas entre Jardinets de Gràcia y el Hospital del Mar. El parque, donde está el Parlament, había quedado cerrado poco después del final del pleno en el Parlament, excepto la puerta de la calle Wellington, que ha estado abierta hasta más tarde. La protesta ha estado vigilada por un amplio dispositivo policial, fuertemente desplegado en puntos como la Bolsa, la Ciutadella y la avenida de la Catedral. Después de que el 30 de junio se desmantelara el campamento de plaza Catalunya definitivamente, el movimiento ha vuelto con una convocatoria multitudinaria, criticando de nuevo los presupuestos catalanes, pero tratando de marcar distancias con los episodios violentos vividos durante el intento de bloqueo del Parlament.
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