Andrés Felipe Arias: al borde de un precipicio

Si ya de por sí el objeto de la existencia del programa de AIS, que nació en el 2006, era escandaloso pese a su aprobación legal en el Congreso (pues entregaba subsidios a los grandes terratenientes con el fin de que éstos construyeran distritos de riego en sus fincas, y así fomentaran la productividad y el empleo), el posterior hallazgo de corrupción resultó mucho peor. El problema legal comenzó cuando familias muy adineradas del departamento de Magdalena, se dieron cuenta de que la entrega de subsidios era tan lucrativa, que decidieron fragmentar sus predios para acceder a más; este truco, permitió evadir el control en los topes permitidos por las políticas del programa. Además, se descubrió que en 2008 el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) –ente intermediario entre el ministerio y los concursantes, encargado de decidir a quienes se les entregaba el subsidio– declaró elegibles 162 proyectos, pero como el dinero no alcanzaba para todos, en vez de organizarlos de mayor a menor y dejar por fuera 18 proyectos, lo que hizo el comité del IICA, en cabeza del viceministro de aquel entonces –Juan Camilo Salazar–, para financiar el saldo fue trasladar recursos del presupuesto del año 2009 al del 2008. Lo curioso es que la mayoría de los 18 que se habrían quedado por fuera corresponden, a los de varias de las familias que hoy tienen líos con la justicia porque hicieron trampa en la formulación de sus proyectos. Como si lo anterior no fuera lo suficientemente grave, los investigadores pusieron en también en conocimiento que muchos de los beneficiados bajo el programa, otra vez de las mismas familias implicadas, fueron a su vez aportantes, en 2010, a la pre campaña presidencial del ex ministro Arias, quien se presentó por el Partido Conservador (apoyado por Uribe), y en la que resultó derrotado por su contendora Noemí Sanín. De otro lado, la fiscal Morales –quien habla de un total de 26400 millones involucrados en el escándalo de corrupción–, sostiene que la intermediación del IICA debió decidirse en licitación, procedimiento que el ministerio no llevó a cabo argumentando que los convenios celebrados con ésta institución, caben bajo el rótulo de "cooperación científica" y, por ende, se pueden pactar sin concurso ante el Estado. ¿Qué dice la defensa? La defensa de Arias básicamente intenta probar que si bien sí se recibieron aportes económicos de personas que fueron beneficiadas con el AIS en la pre campaña presidencial del ex ministro, ésto no necesariamente indica que dicho dinero se entregue a modo de 'devolver favores', sino simplemente a que se comparten las ideas entre los aportantes y el candidato. De otro lado, los abogados de Arias también han expresado que su cliente es inocente de cualquier malversación de fondos del Estado, puesto que era el IICA la entidad encargada de recibir, analizar y escoger los proyectos a lo que se les haría entrega del subsidio. En relación con lo anterior, la Fiscalía ha argumentando que pese la mediación realizada por la institución, la cabeza del comité de ésta era nada más que el viceministro de aquel entonces, Juan Camilo Salazar, por lo que una presunta manipulación a los procesos internos por parte del ex ministro no hubiese resultado un asunto complicado; no obstante, la defensa de Arias ha asegurado que es ingenuo y tonto pensar que alguien podría haber ‘infiltrado’  el IICA, máxime siendo una dependencia directa de la Organización de Estados Americanos (OEA).