Matrimonio no, pero familia sí

De esta forma, por un lado el Alto Tribunal conservó la definición de matrimonio (unión entre un hombre y una mujer) que se encuentra vigente en Colombia desde 1887, a través del Código Civil; y por el otro le 'haló las orejas' al Congreso acerca de su 'silencio' legislativo frente al tema, argumentando la condición de igualdad de las parejas gay y su derecho a unirse y conformar familia, para lo cual le otorgó al legislativo dos años de plazo, en los que éste deberá pronunciarse al respecto, o de lo contrario "las parejas homosexuales podrán acudor ante un notario para legalizar su unión civil (mas no marital)". "Si el 20 de junio del 2013 el Congreso no ha legislado, las parejas homosexuales pueden ir ante un notario y con la misma solemnidad del matrimonio heterosexual establecer un vínculo, con consecuencias similares al de una pareja heterosexual" , manifestó el magistrado Juan Carlos Henao, presidente de la Corte. De otro lado, Henao consideró propicio aclarar que "las obligaciones morales que hoy tienen las uniones de hecho (que las parejas gays legalizan ante notaría como requisito para heredar, sustitución pensional y reconocimiento de seguridad, social, derechos ya reconocidos en otras sentencias) no se pueden equiparar con las que tendría una unión formal entre homosexuales". En cuanto a la decisión de remitir la discusión al Congreso, el Alto Tribunal expresó que el debate sobre este tema debe ser lo más amplio posible, siempre y cuando termine en una "legislación integral y sistemática para que las parejas del mismo sexo se constituyan en familia". "El nombre de la institución, llámese matrimonio civil o de cualquier otra forma, es de resorte del Congreso". Por ahora, en la Corte queda pendiente el análisis y pronunciamiento de otro tema: la adopción por parte de parejas homosexuales, que en este pronunciamiento si fue tenido en cuenta.