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Rubalcaba no podía esperar

Rubalcaba no podía esperar

domingo 31 de julio de 2011, 11:13h
No parece que recortar 3,3 puntos al PP sea demasiado, aunque no es mala noticia para la que está cayendo. Tampoco  viene mal para el equipo de campaña de Alfredo Pérez Rubalcaba que la mayoría de los españoles le dijeran al CIS que creen que el candidato del PSOE sería mejor presidente que Mariano Rajoy y que además resulta más “honesto, eficaz y dialogante”, que el líder popular. Pero no era como para levantar el teléfono y pedirle a José Luis Rodríguez Zapatero que adelantara las elecciones. Como tampoco parece demasiado el recorte de 76.500 parados en la EPA. No, no parecen datos suficientemente favorables para el PSOE o para el Gobierno como para adelantar elecciones. El bagaje es corto, demasiado corto para oponerse con alguna posibilidad de éxito al tsunami del PP que se desencadenó el pasado 22 de mayo, con las elecciones municipales y autonómicas, y que amenaza con arrasar en las urnas a la primera oportunidad que tengan los españoles para votar. Si no es el mejor momento para adelantar elecciones habrá que pensar que cualquier otro pudiera ser peor para los intereses del PSOE. Porque que nadie lo dude: a excepción de Leopoldo Calvo Sotelo no ha habido ni habrá un presidente del Gobierno que disuelva las Cortes  sin elegir el momento que mejor le venga a los intereses de su partido. Hay que pensar entonces que el Gobierno piensa que los datos de empleo de la próxima EPA no van a ser mejores que los actuales, si acaso algo peores. Y que los próximos sondeos del  CIS tampoco van a acercar a Rubalcaba mucho más a Rajoy. Ni un optimista patológico como Zapatero puede pensar  que los mercados y las agencias de calificación vayan a ayudar. Ni los datos de actividad económica, el consumo, la mejora del crédito…Y todo indica que el calvario del presidente del Gobierno y de sus ministros durante ocho meses hasta marzo iba a ser infinitamente más insoportable, con mayor desgaste, que los cuatro que ahora nos quedan hasta que vayamos a las urnas. Aunque el presidente seguro que mantendría la mejor de sus sonrisas para seguir dando la cara como un  músico en la orquesta del Titanic. Diga lo que diga, yo me creo que Rubalcaba ha pedido paso para cortar este progresivo e imparable deterioro cuanto antes. Ha querido matar al padre para que solo quede el candidato: fin de la bicefalia. Ahora sí que tiene toda la razón Rajoy, el Gobierno está en funciones. Al menos a partir de hoy nadie le va a poder preguntar al candidato socialista cuál es la razón por la que no aplican desde Moncloa sus ideas para mejorar el paro, hacer que los bancos aporten sus beneficios para crear empleo o las medidas para cambiar la forma de hacer política.  Era un trabalenguas poco creíble ese del candidato que tiene un programa para salir de la crisis que no aplica su partido que gobierna enfrentándose a la crisis. Fin del debate sobre el adelanto electoral. ¿Empieza el debate sobre las ofertas políticas? Los dos candidatos han asegurado que quieren una campaña sin bronca ni crispación. ¡Cómo me gustaría poder creerlos!
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