Por culpa de la jueza Alaya

Como han cambiado los tiempos en tan sólo un año. El comentario procedía de un reconocido restaurador sevillano cuya empresa recibe muy a menudo la visita de los políticos tanto de la Junta de Andalucía como del Ayuntamiento hispalense.

Comentaba: "Ni la crisis, ni el paro ni la deuda ni la caída de la bolsa ni la falta de créditos, lo que de verdad está hundiendo a mi empresa y a otras muchas de este tipo es la jueza Mercedes Alaya". Y es que dados los precedentes de las mariscadas de algunos de los imputados en el Caso Mercasevilla y en el de los EREs fraudulentos de la Junta, se han restringido bastante los ágapes políticos en restaurantes de alto copete. Dadas las circunstancias nadie quiere que algún comensal de una mesa vecina le haga una fotografía con su teléfono móvil poniéndose "ciego" de cigalas a costa del presupuesto.

Lo dicho, cómo han cambiados los tiempos que algunos optan por acercarse a alguna cervecería vecina a la Plaza Nueva de Sevilla y pedir un bocata o a lo sumo una tapa de ensaladilla para no levantar sospechas.