Una Francia de vergüenza

No tranquilos, no es que nos pongamos en actitud anti-francesa. Lo que sucede es que, como pudo ver toda Europa, nos unimos a las críticas al papel de la selección gala de baloncesto en el Europeo de Lituania este domingo. Los del país vecino jugaban contra España en el último partido antes de los cruces de cuartos de final, y como se sospechaba, manipularon la competición al dejarse perder, descaradamente, contra nuestra ÑBA. El objetivo era buscar el cruce de semifinales que entendían más fácil, evitando a los anfitriones, los lituanos, pero dejándose arrebatar la primera plaza de grupo ante España. Adulterar la competición merece la máxima condena, porque aunque a veces esté en mente de todos buscar el mejor rival en un campeonato, no se puede ofrecer tal bochorno deportivo, jugando con suplentes y sin ningún tipo de interés por el partido hasta el punto de caer por casi 30 puntos, barrear que en algunos momentos llegó a superarse. Lo peor es que el plan ya estaba pensado: desde la mañana la prensa francesa especulaba con que era mejor dejarse ganar para pensar en los próximos cruces más beneficiosos. Lamentable, porque además de que las entradas las pagan los aficionados por ver competición verdadera, el disimulo es lo mínimo que se puede pedir en estos casos, y no las caras de las estrellas de Francia, como Tony Parker, más distraído en los bailes de las cheerleaders que en los balones. Los balones de baloncesto, vaya. ________________________________________________________ Anteriores Im-presentables: Encapuchados insensatos que queman banderas españolas Las malas políticas de Ryanair Webs de Congreso y el Senado: ¡qué poco aguante! Twitter, ¿amiga de la anorexia? Albiol justifica sus comentarios racistas