Un infarto, 4.953,99 euros; acudir a urgencias, 122

Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Sanidad, presentó este lunes la "factura informativa", como se denominará oficialmente, que el Ejecutivo va a poner en marcha progresivamente hasta el año 2012. La misma, según detalló junto a la viceconsejera de Asistencia Sanitaria, Patricia Flores, se compondrá de una carta explicativa y un desglose del coste de la estancia que incluirá la manutención, el material, los medicamentos administrados y las pruebas realizadas. De forma complementaria, se volverá a la modalidad de recetas en las que se detalla el precio del medicamento. En ambos casos, aseguró Lasquetty, el objetivo directo no es tanto disuasorio (reducir la frecuentación de los servicios sanitarios o el consumo de medicamentos) como de concienciación de los ciudadanos. Según el último barómetro de Sanidad citado por el consejero, apenas el 27% de la población sabe que la atención médica se sufraga con los impuestos. Los primeros en conocer su factura sanitaria serán los pacientes de cirugía mayor ambulatoria (la que no necesita ingreso) del Hospital de La Paz, que la recibirán junto a la Guía de Información a Alta a partir del próximo miércoles 14 de septiembre. En octubre, le será entregada a los mismos pacientes del Hospital Santa Cristina, el Príncipe de Asturias, el Niño Jesús, el Doce de Octubre, el de Getafe y el de Móstoles. En diciembre, esta modalidad se extenderá a todos los hospitales de la región. En el primer semestre de 2012, la información llegará a todos los madrileños que sean hospitalizados, una vez finalicen su estancia en el centro. A partir de marzo de 2012, Sanidad comenzará a enviar por correo la factura sanitaria a todo aquel que sobrepase la media de frecuentación de las urgencias o las consultas de Atención Primaria (cinco veces al año). Este tipo de factura sanitaria será en un balance anual que se enviará a año vencido. Los precios Los modelos de factura sanitaria hechos públicos por la Consejería de Sanidad permiten al público acceder por primera vez a los costes de cada acto sanitario. Así, una ecografía abdominal cuesta 31,29 euros; utilizar un quirófano (con todos los medios humanos que ello representa), 556 euros; una anestesia, 165 euros. Una operación de apendicitis con sus correspondientes tres días en cama llegaría costar al sistema público 2.413,46 euros. La atención de un parto supondría 1.603,16 euros. Estos precios, aclaró Lasquetty, son una media del coste de todos los centros públicos. La Comunidad aspira, aseguró, a poder evaluar en un futuro el coste individual en cada hospital, una vez se hayan implantado en cada centro los sistemas de contabilidad financiera apropiados. Ello permitiría saber la diferencia de costes entre centros o, por ejemplo, si derivar pacientes del sistema público a centros privados, como Sanidad hace en la actualidad para aliviar las listas de espera, le sale o no más caro al bolsillo del contribuyente. El consejero de Sanidad insistió en varias ocasiones en que la implantación de la factura sanitaria no supone en ningún caso un anticipo del copago sanitario. Eso, pese a que hace unos meses se hiciese público un documento interno de la Consejería de Sanidad en el que se recomendaba que los pacientes pagasen una parte de determinados servicios. "No solamente no existe ninguna relación, sino que ese documento no forma parte de ningún proyecto de la política sanitaria de la Comunidad de Madrid", zanjó. La presidenta regional, Esperanza Aguirre, refrendó sus declaraciones asegurando que la factura sanitaria corresponde al cumplimiento de las "órdenes expresas" dadas por la ministra de Sanidad, Leire Pajín, en el Consejo Interterritorial. Comunidades como Valencia o Andalucía ya han puesto en marcha esta medida. Lea Madridiario.es