Las penas de la 'probe' Isabel Pantoja

   Comprendo que cuando alguien, llámese Isabel Pantoja o Mayte Zaldivar, se encuentra ante un juez tan meticuloso como Miguel Angel Torres, del 'caso Malaya', cante por peteneras, por fandangos, por boleros, incluso que desafine, nunca que se invente una milonga para salir del paso, que es más o menos lo que hizo Isabel Pantoja cuando la llamaron a declarar, porque las consecuencias pueden ser tremendas para ella si se descubre que ha mentido conscientemente a la Justicia.

   Soberbia y orgullosa, es muy posible que 'Niña Isabel' se creyese  que al juez le podía cautivar como a muchos de sus incondicionales,  interpretando el papel de reinona de la Copla, o viuda de España, porque sólo así se puede entender que le dijera que desconocía que en sus cuentas corrientes le habían ingresado 1,1 millón de euros, que Julián le había comprado una ganadería de la que nada sabía -con el espacio que ocupan los toros y el ruido que meten las vacas en los corrales- que el dinerito con el que compró el apartamento de Guadalpin -un complejo de lujo- por cincuenta y cinco millones de las antiguas pesetas lo pagó con las 'sisas' que ella misma se hacía, quitando mil durillos de esta cuenta, dos mil euros de la otra, así hasta llegar a completar un paquete de billetes verdes que guardaba en su casa porque eso le daba seguridad -con la de cacos que hay en Marbella- y lo más grande, que desde hacía dos años Julián Muñoz vivía del sueldito que ella le pagaba por acompañarle a los conciertos, tenerle a punto el camerino, y hablar con la prensa, que ya se sabe lo pesada que es la prensa y lo poco que le gusta a la Pantoja que le incordien cuando entra o sale de 'La pera', o cuando va por la calle diciendo eso de "dientes, dientes". Maneras que no se corresponden con las de una dama de la copla, por más que sus incondicionales traten de defender lo indefendible.

   Dicho esto lo que ha quedado claro en la parte del sumario que quedaba por desvelar, y que hoy ya todo el mundo conoce, es que a la 'probe' Isabel la ambición le va a salir por un pico. Nunca creí que estuviera enamorada de Julián Muñoz -y ahí están las hemerotecas para quién lo quiera comprobarlo- sí que le necesitaba para que le sacara del atolladero de deudas que había contraído y que no podía cancelar, porque se diga lo que se diga en esa época Isabel trabajaba lo justito, apenas un par de conciertos, y son muchas las bocas que tiene que mantener. De manera que quién mejor que un pardillo como Julián Muñoz, a quién conocía desde hacía tiempo, y que bebía los vientos por ella.

   No sé si todavía queda algún ingenua o ingenuo que piense que Isabel fue victima de Julián, yo desde luego no. Ambos encontraron lo que buscaban. Ella un 'amoral' capaz de pagarle todas sus deudas con el dinero que recogía en bolsas de plástico -hay que ser hortera para llevar el dinero en bolsas de basura, por más que estas fueran las apropiadas- y que distribuía entre dos mujeres que no se lo han agradecido porque muerto el perro se acabó la rabia. Con Julián en la cárcel y la Justicia siguiéndoles ni a Mayte Zaldivar ni a Isabel Pantoja les interesa estar en contacto con el ex alcalde de Marbella.

   Cuentan que quince días después de salir en libertad bajo fianza, el juez recibió un sobre con todos los justificantes de las compras efectuadas por Isabel y Julián, tanto de bienes inmuebles, como de la ganadería, etc. Lo que quiere decir que algún enemigo poderoso tiene la tonadillera, o a lo mejor no tan poderoso, pero sí que la odia lo suficiente como para ponerla en grave aprieto ante la Justicia, porque con esa documentación se acabaron los cuentos chinos. 'Probe' Isabel.