www.diariocritico.com
El desgaste de Morales

El desgaste de Morales

En diciembre de 2010, Evo Morales trató de imponer un alza en el precio de los hidrocarburos, en especial de la gasolina; los movimientos sociales se rebelaron, se movilizaron a su usanza clásica, de ese modo acorralaron a Morales hasta que éste derogue la medida. Hasta ese entonces se decía que Morales era dueño de esos movimientos, pero hoy sabemos que es prisionero de ellos; ya no le responden, salvo los cocaleros. Hace pocos meses, el jefe de Inteligencia antidrogas del Ministerio de Gobierno René Sanabria, hombre de confianza del Presidente -durante la gestión de Sacha Llorenti-, fue descubierto con droga; ya fue juzgado en Estados Unidos y debe purgar una pena de 14 años. Esto demostró que la permisividad del Gobierno con la coca acaba mal; no sólo está preso Sanabria, sino que los cárteles de la droga ya están en Bolivia. Es usual que en Santa Cruz se hallen grandes factorías de elaboración de droga y que el micronegocio de las drogas ilegales esté repartido en El Alto y hasta en algunas fronteras, donde algunos movimientos sociales hacen parte de la cadena de la coca y cocaína. Ahora, el presidente Morales no es visto por la prensa internacional como el representante de los indígenas, a quienes proclamaba defender, sino solamente como portavoz de los cocaleros, pues éstos son los favorecidos con todo tipo de políticas, las cuales, lamentablemente, agrandan las plantaciones de coca y, por ello, aumentan las ramificaciones de los negocios ilícitos. En la agenda bilateral de Bolivia con Brasil, la Cancillería brasileña coloca en primer lugar al narcotráfico, después al contrabando de armas, luego al contrabando de coches y al final ubica al tema de los hidrocarburos. Chile también está preocupada por la droga boliviana y por el contrabando de coches. Ésa es la Bolivia actual, pero ésta no es una buena noticia para los bolivianos; nos recuerda a cómo consideraban al país al inicio de los años 80. En el último conflicto sobre el TIPNIS, el presidente Morales arremetió contra los indígenas, a quienes decía representar; los privó de agua, violando los elementales derechos humanos de los indígenas. A los pocos días mandó a fuerzas policiales para dispersarlos; no tiene sentido que Morales diga que él no tomó las decisiones. Él es responsable de la violación de los derechos de los indígenas, él y su Gobierno. Con esos actos, Evo Morales demostró que no representa a los indígenas, eso ya era sabido, pues el discurso indigenista se incorporó a última hora en su campaña electoral, y claro que le sirvió mucho para lograr apoyos internacionales. Pero ahora surgió la verdad, Morales representa a los cocaleros, ése es su verdadero ombligo, a ellos se debe, no a otros. Pero el Presidente, además, demostró que fue falso su discurso de defensa de la Madre Tierra, pues él no realiza una política amigable con lo ambiental; al contrario, privilegia “la electrificación más el soviet”, como lo hizo la vieja URSS, que jamás se condolía con el medio ambiente. Morales y el Vicepresidente son la más fiel representación del desarrollismo extractivista. Ahora la COB, los movimientos sociales, las juntas vecinales, se movilizan contra Morales por sus traiciones a las promesas que realizó, lo atacan porque Morales hizo políticas contrarias al discurso que utilizó para subir al poder. Si algo demuestra Morales y su Gobierno es la abismal distancia entre el discurso y las acciones. En este 2011 se podría decir que se acabó la revolución que ofreció Morales. Queda en la mesa como recuperable la ampliación de la inclusión social que impulsó, pero quedan más nítidas las violaciones a los derechos humanos que realiza, quedan más transparentes sus acciones radicalmente contrarias a sus promesas y queda muy claro que el Presidente no es un demócrata ni que su Gobierno respete la democracia.   Carlos Toranzo Roca es economista.