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Marchistas solo volverán a su territorio con resultados

La marcha llega a La Paz en busca de una solución definitiva a su pedido

La marcha llega a La Paz en busca de una solución definitiva a su pedido

La marcha por el TIPNIS llega a La Paz y son recibidos en una apoteósica actitud de la población paceña. El Presidente Morales mandó una carta para esteblecer las bases de la mesa de negociacón y hoy se espera que los marchistas lleguen a la Plaza Murillo y al Palacio de Gobierno.
Los marchistas llegaron ayer a la tranca de Urujara después de 63 días. Los indígenas aseguran que no se irán de La Paz hasta que el Gobierno apruebe una ley que garantice que ningún proyecto carretero atraviese el corazón del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS). Los más de 2.000 originarios caminaron ayer el último tramo. El ascenso a la Cumbre fue duro, pues no están acostumbrados a la altura de 4.700 metros sobre el nivel del mar. Por eso, más de uno se desmayó en el camino o se descompensó, por lo que las ambulancias los trasladaban hasta hospitales o al campamento, según su estado de salud. Llegaron al puesto de control de Urujara aproximadamente a las 18:15, tras caminar 38 kilómetros, desde la localidad de Pongo. En su trayecto, el respaldo de la población y la ayuda no se dejaron esperar, pues alguna gente se trasladó hasta el lugar para ofrecerles café, pan, mate de coca, plátanos y ropa. En la Apacheta denominada Tres Cruces, los indígenas fueron recibidos por el defensor del Pueblo, Rolando Villena, y luego los saludó el alcalde Luis Revilla. Un grupo de campesinos ofrendó una mesa a la Pachamama en señal de bienvenida. Una vez que pasaron ese sector comenzó el descenso. Los indígenas dejaron atrás la niebla y el frío, y un sol esplendoroso acompañó su caminar sobre un asfalto que irradiaba más calor. Cuando llegaron a la tranca de Urujara, los aplausos estallaron, así como las lágrimas de los ciudadanos que se volcaron espontáneamente hasta ese sector. Hoy arribarán al centro de la ciudad y esperan ingresar a la Catedral Metropolitana de la plaza Murillo, tal como ocurrió en la marcha del año 1990. Sin embargo, el ministro de Gobierno, Wilfredo Chávez, dijo que esa posibilidad debe ser analizada, aunque precisó que la plaza estará resguardada por los policías porque quieren garantizar la seguridad del Palacio de Gobierno. El diputado Pedro Nuni y el dirigente Adolfo Chávez coincidieron en señalar en que no se irán de la ciudad hasta que se les garantice una ley. “Vamos a mantener la vigilia, vamos a mantenernos los días que sean necesarios, no se nos pasa por la mente volver a nuestros territorios con las manos vacías. El resultado de nuestro movimiento a nivel nacional tiene que garantizar que nos llevemos en nuestras mochilas una ley”, asguró Nuni. Frente a la posibilidad de iniciar una huelga de hambre, Chávez sólo dijo que por ahora los marchistas están cansados y deben reponer fuerzas. Entretanto, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, envío una nota a los indígenas en la que los invita a dialogar directamente con el Mandatario.