www.diariocritico.com

Histórica Jornada en La Paz

Repique de campanas de la catedral al ingreso de los marchistas a la Plaza Murillo

Repique de campanas de la catedral al ingreso de los marchistas a la Plaza Murillo

Los colores de la tricolor boliviana y las banderas del Patujú de tierras bajas, ingresaron a la Plaza Murillo, mientras las campanas de la catedral repicaron dando la bienvenida. El pueblo paceño recibe entre lágrimas y festejo, a los que consideran, héroes defensores de la biodiversidad.  
A las 14.30, la cabeza de la marcha indígena ingresó a la plaza Murillo en medio de la ovación de centenares de paceños y el repique de campanas de la Catedral. La columna de los marchistas ingresó al centro político de Bolivia por la calle Ayacucho y pasó por el frontis del Palacio Legislativo. Nadie en La Paz, pudo abstraerse del trascendental suceso que marcará un hito en la historia del país. La mano de los pobladores de tierras bajas se une a los pobladores de tierras altas bolivianas, en un símbolo de unidad y solidaridad. Bajo el estribillo de "Evo No, TIPNIS sí", la población entro pacificamente al corazón simbólico del poder político en Bolivia. Mientras el Presidente Morales se trasladó a Cochabamba, a cumplir otros compromisos previos.  Un marco humano impresionante recibe la marcha indígena, que recorre las diferentes calles y avenidas de la ciudad de La Paz en defensa del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS), en medio de la expresión de solidaridad espontánea de los miles de paceños de diferentes edades y clases sociales. A lo largo de todo el recorrido, decenas de mujeres y varones emocionados lloraban al ver pasar a los indígenas que marcharon desde el pasado 15 de agosto de Trinidad y luego fueron violentamente reprimidos por los policías cuando se encontraban cerca a Yucumo el 25 de septiembre. Los paceños con pañuelos blancos, banderas del tricolor boliviano, carteles y otros elementos de expresión de apoyo recibieron a los indígenas. “Hermanos bienvenidos, están en su casa, llegaron, se pudo”, abrazó una mujer emocionada con lágrimas en los ojos a una de las marchistas a la altura de la plaza Villarroel. Los estudiantes de las escuelas, colegios, universidades y de otras instituciones de educación también salieron con sus bandas de guerra a las calles a dar la multitudinaria bienvenida. Un grupo de los escolares de la Unidad Educativa Andina sorprendieron a los movilizados con sus disfraces de flores y animales del TIPNIS. “Yo represento al TIPNIS con un tucán, porque esta ave se morirá si construyen la carretera por esta zona”, dijo Nicolás, un estudiante de ocho años de edad de la Unidad Educativa Andina. Por su parte, los indígenas marchistas no dejaban de agradecer a los paceños que los aplaudían de manera interminable. “Realmente es sorprendente este recibimiento, muchas gracias La Paz, gracias Bolivia por su apoyo”, dijo uno de los indígenas del TIPNIS. La expresión de solidaridad de los paceños no sólo fue expresa por las personas mayores, que llevaron alimentos, agua, mates de coca, masitas, ropa y otros artículos para los marchistas, si no también por los menores de edad citadinos que entregaron sus peluches y otros juguetes a los niños marchistas. Grupos de jóvenes con sus cuerpos pintados en apoyo a TIPNIS se plegaron a la masiva concentración. Los vecinos de los edificios, que no salieron a las calles, flamearon banderas desde sus ventanas.