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En diciembre pasado

ETA atentó en la T-4 cuando Batasuna intentaba reunirse con PNV y PSOE

ETA atentó en la T-4 cuando Batasuna intentaba reunirse con PNV y PSOE

domingo 05 de agosto de 2007, 13:27h
 El atentado contra el párking de la terminal 4 del aeropuerto de Barajas de Madrid, ocurrido el pasado 30 de diciembre, se produjo justo cuando Batasuna estaba intentando retomar las reuniones a tres que venía manteniendo con el PSOE y el PNV desde septiembre, según informaron a Europa Press fuentes conocedoras de las mismas
Estos encuentros se habían roto en noviembre, después de haberse prolongado durante casi tres meses en el Monasterio de Loyola, en Guipúzcoa. Durante ese tiempo, desde septiembre a noviembre, los representantes del PSE, Batasuna y el PNV negociaron un texto en el que plasmaron unos acuerdos mínimos en la parte de la negociación política.

   Las reuniones del Monasterio de Loyola se produjeron a raíz del estancamiento que sufrió el proceso durante el verano de 2006. Hasta el mes de junio el PSE y Batasuna habían mantenido reuniones bilaterales de la mesa política, pero sin llegar a acuerdos concretos.

   Hacia el verano, con la situación estancada y sin avanzar, ambos se dirigieron, por separado, al PNV para comunicarle que la situación estaba muy mal y que podía haber ruptura. Los nacionalistas vascos plantearon entonces la constitución de una mesa tripartita en la que tratar de avanzar en la vía política. Este planteamiento dio lugar a las conversaciones reservadas que se mantuvieron durante septiembre y octubre en Loyola, en los que Batasuna se esforzó en transmitir que tenían capacidad de negociación y que eran interlocutores válidos.

   INTRODUCIR SOLO PRECISIONES TERMINOLOGICAS O MATICES

   Ahí se trabajó sobre un texto que, hacia el mes de noviembre, estaba más o menos cerrado, a falta de que lo refrendaran las direcciones de los partidos que se reunieron en el Monasterio. El acuerdo era el de introducir tan sólo precisiones terminológicas o matices, pero sin tocar el fondo de lo redactado.

   Sin embargo, en la reunión de noviembre, fijada para dar ya el visto bueno definitivo al texto, no ocurrió lo que se esperaba. Una vez que los representantes de los tres partidos se sentaron a la mesa, los portavoces de Batasuna comenzaron a hablar entre ellos preguntando por dónde estaba el papel que traían con los cambios. "Yo no lo tengo, mira a ver si lo tienes tu", le decía el uno al otro. "Pues yo no lo encuentro", respondía el interpelado.

   Finalmente, y tras revolver entre sus papeles, apareció la propuesta que traían y que era muy diferente del papel que habían redactado y acordado someter a la aprobación de las direcciones de sus respectivos partidos. El contenido de este documento hacía referencia a Navarra y planteaba la creación de un estatuto conjunto de autonomía para cuatro provincias --las tres vascas y navarra--. Además, el planteamiento era que este estatuto tenía que estar cerrado en dos años, sin someterse ni al parlamento vasco, ni al navarro, es decir, "por las bravas", según precisaron las fuentes consultadas.

   El planteamiento no fue aceptado por ninguno de los presentes y la mesa tripartita quedó suspendida con gran sorpresa y enfado de las otras partes que habían estado trabajando en el texto durante esos  meses y con la sospecha de que los representantes de Batasuna no tenían autonomía de ETA sobre lo que estaban negociando.

   Sin embargo, durante el mes de diciembre los representantes de Batasuna dieron marcha atrás en sus planteamientos y admitieron en conversaciones privadas que se habían equivocado, incluso que sus compañeros de Navarra les habían manifestado su desacuerdo con la propuesta sobre esta CCAA. Por ello plantearon al PNV retomar las reuniones a tres y poder cerrar un acuerdo político.

   El Partido Nacionalista admitió retomar las conversaciones, pero planteó que antes de sentarse a tres, Batasuna debía hablar con el PSE sobre esta cuestión. Todo esto ocurrió en diciembre y justo el día que los representantes de Batasuna se sentaban a hablar con el PSE para recomponer la negociación política ETA metió una bomba en Madrid y voló por los aires el párking de la terminal cuatro del aeropuerto de Barajas.

   Justo el mismo día en que sucedieron los hechos, en los que también fallecieron dos ciudadanos ecuatorianos que dormían en sus coches en el momento de la explosión, el presidente del Partido Socialista de Euskadi, Jesús Eguiguren y el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, se encontraban reunidos para retomar esas negociaciones a tres bandas.

  La bomba de ETA no hizo volar por los aires sólo el edificio del aeropuerto madrileño, también se cargó esa mesa de negociación en la que estaba sentado el PNV, además del PSE y Batasuna. Con posterioridad, los contactos que se han mantenido en el carril político han sido bilaterales y sin llegar a cerrar ningún acuerdo.

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