El Real Madrid, en el último minuto

Los de Schuster impusieron su juego con el paso de los minutos, aunque tienen mucho por mejorar, ya que dispusieron de buenas ocasiones de gol a través de sus delanteros, pero no supieron materializar las oportunidades. El quinto clasificado en la Liga portuguesa plantó cara a los blancos durante todo el encuentro y en ningún momento dieron por perdido el choque e incluso en varias ocasiones metieron miedo al equipo merengue con oportunidades que pudieron colocar a los lusos por delante en el marcador.

Hasta el minuto siete no llegó la primera ocasión del encuentro  tras un tiro del delantero del Os Belenenses Roncatto, que despejó Casillas, y a las que el Real Madrid respondió con dos buenas ocasiones, una de Saviola y otra de Raúl, tras pase de la muerte de Miguel Torres. Según avanzaba el encuentro, el Real Madrid tuvo varias ocasiones de gol, sobre todo tras saques de esquina como el de Balboa, que después de un remate de cabeza perfecto, los defensas despejaron sobre la línea de gol. También Pepe pudo marcar el llamado gol psicológico en la última jugada de la primera parte al rematar el córner sacado por Guti, pero el balón se desvió.

Robinho salva a los blancos
En la segunda parte, el Real Madrid continuó creando ocasiones de gol a través de los saques de esquina, pero también los lusos las tuvieron; Iker Casillas tuvo que emplearse a fondo para evitar el gol de José Pedro, y Maura tuvo poco después otra más clara donde remató sólo ante la portería del madrileño. Con la entrada de Soldado y Baptista, el equipo de Schuster continuó con los mismos síntomas de la primera parte. La situación pudo haber empeorado para los blancos si Teixeira Vitienes llega a pitar un posible penalti de Diarra sobre José Pedro; no obstante, el árbitro indicó que continuara el juego.

Finalmente, y casi en el descuento, Robinho anotó para los blancos, tras una cantada del portero Marco González, el gol del triunfo y selló el pase para la final del Trofeo Teresa Herrera, donde se verá la cara con el Deportivo de La Coruña. Unos 7.000 espectadores presenciaron el primer partido de la temperada del Real Madrid en España, quinto de la pretemporada tras dos victorias y dos derrotas, fuera del territorio nacional.