A juicio de Ruiz-Gallardón, la reforma "ganará espacios para el disfrute y la conservación de esos monumentos" -a los que se refería Fisas- "porque se los arrebata al vehículo privado y se los da a los ciudadanos". Durante su desarrollo "no será necesario cortar la circulación en la zona", ya que "hay suficiente espacio en el eje como para poder permitir la circulación de vehículos mientras se realizan las obras", avanzó.
Según la previsión del Gobierno municipal, las obras estarán concluidas antes de que finalice la presente legislatura y permitirán "recuperar para el peatón el espacio que ahora ocupa el asfalto". La "clave" de este proyecto, explicó el alcalde, "es ganar el Salón del Prado" para que "lo que ahora mismo son calzadas por las que transcurren miles de vehículos se convierta en un espacio de encuentro ciudadano, como fue originalmente".
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La reforma del eje "pondrá en valor todas las instituciones, museos y monumentos objeto de especial protección que están en torno al mismo, y hará de esta zona de la ciudad, que está funcionalmente destinada a ser el eje Norte-Sur de distribución de vehículos, un espacio aún más emblemático", añadió.
El alcalde adelantó que una vez pasado el "proceso de información pública y consulta con todas las instituciones afectadas por el proyecto, y muy especialmente con los tres grandes museos -el Reina Sofía, el Prado y el Thyssen-", el Ayuntamiento está "en condiciones de poder realizar la aprobación de la reforma este otoño".
Ruiz-Gallardón aseguró que el proyecto, "tal y como va a ser aprobado" por parte del Consistorio, "va a gozar de un amplio consenso político y de un consenso con las instituciones afectadas, cuyas alegaciones, manifestaciones y sugerencias va a incorporar en la medida de lo posible". Una vez aprobado por parte del Pleno municipal el próximo otoño, comenzarán las obras de reforma que dirigirá el arquitecto portugués Alvaro Siza y que, según el alcalde, "tendrán la mínima afección posible".
La reforma del eje Prado-Recoletos afectará a unas 160 hectáreas, desde la plaza de Colón al norte hasta Atocha al sur, a lo largo de cinco kilómetros. El proyecto del arquitecto Álvaro Siza, que ganó un concurso internacional de ideas convocado por el Ayuntamiento, prevé, entre otras actuaciones, la concentración de todo el tráfico rodado en el lado opuesto al Museo del Prado para habilitar una gran zona peatonal delante de la pinacoteca.
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