Mientras, las compañías dicen haber remitido ya toda la información solicitada por el regulador tras la apertura de un expediente informativo el pasado 25 de julio, y no adelantan ningún cambio en sus hipótesis sobre lo sucedido que difiera de lo expuesto en los días posteriores a la avería.
Tanto REE como Endesa dicen no tener nada más que añadir a sus planteamientos sobre el incidente. La primera, propietaria de la red de alta tensión, sostiene que el corte del suministro se debió a la caída de un cable de 110.000 kilovoltios perteneciente a Endesa en la subestación de Collblanc, lo que provocó la pérdida de tensión en las subestaciones de Urgell y Maragall.
Por su parte, el grupo presidido por Manuel Pizarro, que distribuye la energía a los clientes afectados, entiende que la causa real del incidente es ajena a la caída del cable de la subestación de Collblanc, ya que la avería fue generada por un incendio en la subestación de Maragall, propiedad de REE.