En una conferencia ofrecida a la Asociación de Prensa Extranjera en el Perú,
el ministro de la Producción, Rafael Rey anunció la entrega del polémico producto.
"Las botellas no serán comercializadas y el presidente Alan García las dará en gratitud por la solidaridad expresada", indicó Rey.
Según informa la agencia AFP, Rey afirmó que el nombre "7,9" se tomó de la escala que entidades científicas atribuyeron al sismo, que dejó 540 muertos y más de 1.000 heridos, en su mayoría en el sur del país.
"Se trata de una muestra especialmente embotellada y etiquetada por los productores vitivinícolas peruanos", aseguró el ministro.
La muestra servirá para promover también el origen peruano del pisco, bebida a base de licor de uva por cuya patente internacional pugnan Perú y Chile.
Lo que al parecer nadie del gobierno atinó a calcular es que la presentación de tan singular "agradecimiento" solo iba a provocar críticas.
Manuel Echegaray, profesor principal del Instituto Peruano de Publicidad, consideró que se trata de una pésima oportunidad para vincular al licor de bandera con su origen nacional.
"Si te tomas ese pisco, ¿por qué vas a brindar?, ¿Por los muertos?, Lo único que vas a recordar es a la desgracia de un pueblo", dijo en declaraciones al portal elcomercio.com.pe.
Similar opinión tuvo el publicista y dramaturgo
César de María.
"Es como si después del maremoto en el Océano Indico, Indonesia lanzara un licor de agradecimiento llamada INDO-TSUNAMI. Parece una broma de república bananera. Una falta de respeto de esas que lograrán que Ollanta Humala sea presidente".