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Cuando el mañana es pasado

Cuando el mañana es pasado

jueves 30 de agosto de 2007, 13:08h
Un interesante informe elaborado por Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley, analiza de una manera estilizada la transformación en la economía mundial operada en los últimos 25 años.

Uno de los principales hitos, la tan renombrada globalización, puede sintetizarse con una cifra: en 1982 el comercio mundial era el 18% del PBI global, mientras que el mismo ratio para el 2007 alcanza el 32%.

Este fenómeno innegable tiene dos caras. Por un lado en este período los países en desarrollo duplicaron su PBI. Pero al mismo tiempo la distribución del ingreso empeoró significativamente especialmente en países en vías de desarrollo.

Cuando en paralelo analizamos las conclusiones del informe de Jorge Colina y Osvaldo Giordano (Año II Nº 7. Mayo 2007) sobre el mal funcionamiento del mercado laboral, la informalidad y particularmente la mala y regresiva calidad del gasto público en Argentina, podemos concluir que hay varias asignaturas pendientes en las cuales trabajar.

Argentina necesita desesperadamente seguir creciendo en forma sistemática y, diría yo metódica. La volatilidad extrema no es saludable para una economía.

Partiendo de la base que la globalización no solo es dato sino que es una realidad de la que Argentina (un país con un mercado de 38 millones de personas) puede tomar ventajas, sería importante definir una estrategia de crecimiento en función a esa realidad.

Ahora bien, hay temas que creo imprescindible abordar con premura, cualquiera, dado que condicionan cualquier estrategia a seguir. Temas relegados por la ideología, la indiferencia o la insensibilidad. Estos temas condicionan el crecimiento, y a veces están ligados a algunos mitos.

1. El financiamiento (mercado de capitales y sector financiero)
Mito ideológico: “la patria financiera debe ser erradicada”, “hay que impulsar la producción, no los bancos”
El crecimiento de la economía real a partir del aumento de la productividad en el mundo desarrollado no hubiese sido posible si el sector financiero y mercado de capitales, no hubiesen financiado la expansión. Cualquiera sea el estadio de la vida de una empresa, requerirá de financiamiento de terceros para expandirse significativamente (“las familias ahorran, las empresas invierten” explicaba el gran maestro Valsecchi en su primer clase de economía). Cuanto más joven sea la empresa, más capital requerirá en su mix de financiamiento. Y lo que es importante, el financiamiento debe adecuarse a la estrategia. Si queremos desarrollar diferenciación, marcas o intangibles, no puede existir sólo un financiamiento basado en garantías reales o hipotecas de inmuebles.
Es indispensable es que tanto sector financiero como mercado de capitales
permeen la economía y financien a costos cada vez menores. Cuanto mayor sea la oferta de financiamiento, menor será su costo.

2. El cambio climático
Mito indiferente: “Esto ocurrirá en 100 años, cuando estemos bajo tierra”   
Informes elaborados por investigadores del Conicet revelan que el promedio de lluvias en la zona pampeana creció el 35 % en los últimos 50 años, la temperatura en la Patagonia está aumentando (48 de los 50 glaciares están retrocediendo), y los caudales de los ríos de Cuyo están disminuyendo. Por otra parte, en el norte del país las temperaturas serán aún más elevadas (en el 2100 alcanzarán 5 grados más que ahora). Si las exportaciones del complejo agroindustrial alcanzan el 32 % de las totales, no podemos menos que tener claro el impacto del cambio climático en los regímenes de lluvias, en la productividad de la tierra y en la biodiversidad. Y, desde luego, analizar la forma de mitigar este impacto.

3. La distribución del ingreso
Mito insensible: “los pobres a veces son más felices que los ricos”
Como lo explican Colina y Giordano el gasto público debe focalizarse en los más pobres. Es inconcebible que en un país con la dotación de recursos de la
Argentina, el 11.2 % de los habitantes siga bajo la línea de indigencia. Es inconcebible el estado de los hospitales públicos (recordemos que en el Hospital de Clínicas un bebé recién nacido fue lastimado por azulejos que cayeron de la pared). Hospitales que fueron modelo 4 o 5 décadas atrás (con el Posadas, el Pena), hoy están en un estado de total deterioro. He escrito mucho sobre salud, y lo he abonado con datos y estadísticas, pero ninguna cifra es tan contundente como recorrerlos. Evidencia abrumadora: las partidas presupuestarias nunca llegaron allí.

En cuanto a la educación: ¿puede existir movilidad social cuando los niños más carenciados, por huelgas docentes, problemas sindicales o condiciones climáticas adversas no acceden a la misma educación que quienes tuvieron la fortuna de nacer en hogares con mayores recursos?

No nos sorprendamos entonces por la regresividad en la distribución del ingreso, o por el aumento de la delincuencia. La escuela bien entendida, no sólo informa, también forma

Pareciera un planteo un poco ecléctico o deshilvanado. Pero creo que son temas que ameritan atención y análisis inmediato, dado que hacen a la construcción del futuro.

Vale la pena ocuparse de ellos antes que el mañana sea pasado y ya no tenga sentido preocuparse.

Si bien desde el idioma se instala la sistemática vuelta al pasado después del futuro (los ingleses para referirse al día posterior al mañana dicen after tomorrow, nosotros: pasado mañana), es de esperar que políticas correctas (educativas, económicas, sociales, etc), nos permitan definitivamente proyectarnos al futuro.

Alicia Caballero
Profesora y Directora de la Carrera de Economía de la UCA.
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