Chevron Texaco cruza acusaciones con demandantes en Ecuador

La petrolera estadounidense Chevron-Texaco y los demandantes que acusan a la empresa de haber causado graves daños a las personas y el medio ambiente de la Amazonía ecuatoriana intercambiaron este lunes acusaciones de tratar de interferir en el proceso que se desarrolla en una corte de Ecuador.

En un comunicado, Chevron-Texaco acusa a los demandantes de haber impedido, por octava vez, la inspección judicial de los Laboratorios Havoc, de Quito, en los que se han realizado pruebas sobre la supuesta contaminación dejada por la petrolera en la Amazonía de Ecuador.

En la nota, la compañía estadounidense apunta que existe una "conspiración para obstruir la justicia" por parte de los demandantes y el laboratorio y afirma que hay "errores fatales" en los análisis realizados por Havoc.

Según la petrolera, los datos facilitados por "Havoc" son "poco precisos y nada confiables" y han sido utilizados por los demandantes "en un esfuerzo infundado de responsabilizar a Chevron por los presuntos impactos ambientales y en salud en el Oriente" de Ecuador.

Por su parte, en otra nota, los demandantes acusan a Chevron de "presionar, intimidar, sobornar y amenazar" para intentar "descalificar los estudios realizados por el Laboratorio Ecuatoriano Havoc".

En su escrito, los demandantes señalan que existen 80.000 resultados de pruebas realizadas en 45 lugares en los que trabajó Texaco en los que se demuestran "altos niveles de contaminación, la mayoría de los cuales sobrepasan en miles de veces los niveles permitidos en Estados Unidos y Ecuador".

Además, recalcan que esos estudios han sido realizados por "varios laboratorios, incluso los contratados por la propia petrolera" y que Havoc es "sólo uno de ellos".

En el mismo escrito se señala que Texaco ha contratado a Ralph Márquez, al que califican de "mercenario" al servicio de "empresas norteamericanas conocidas por la producción de graves problemas de contaminación", para "pretender invalidar pruebas".

A Márquez lo relacionan con la empresa estadounidense Monsanto, a la que la nota liga con el "agente naranja", un producto químico utilizado por Estados Unidos en Vietnam, donde causó gravísimos daños a las personas y el medio ambiente, y el glifosato, un herbicida cuyo uso también está considerado peligroso en informes científicos.

Unos 30.000 indígenas y colonos de la Amazonía de Ecuador reclaman unos 6.000 millones de dólares a Chevron-Texaco, por los supuestos daños a la salud de las poblaciones y a la naturaleza de la zona, donde esa compañía explotó los recursos petroleros entre 1964 y 1990.

Los demandantes acusan a Texaco de haber vertido millones de litros de residuos petroleros y productos químicos venenosos en la zona que explotaba, lo que consideran que es el origen de numerosas enfermedades e incluso de la desaparición de dos grupos indígenas del área y graves daños a otras comunidades.

Texaco, que posteriormente fue comprada por la también petrolera estadounidense Chevron, ha negado su culpa en la contaminación de la zona, ha asegurado que tras acabar sus operaciones hizo una limpieza eficaz y ha recordado que, tras ello, firmó un acuerdo con el gobierno de Ecuador que la eximía de responsabilidades.

La petrolera también ha recusado al juez Jorge Yanez, de la Corte Superior de Nueva Loja, en la provincia amazónica de Sucumbios, encargado del caso, y al perito Richard Cabrera, nombrado por ese Tribunal para hacer una evaluación de los supuestos daños causados por Texaco.

El Frente de Defensa de la Amazonía, que coordina a los demandantes, ha acusado a Texaco de tratar de "obstruir la justicia" y "paralizar el juicio" con acciones legales, al considera que "la compañía está desesperada y ataca cualquier cosa que no puede controlar con sus millones de dólares, ya sea al juez o al perito".