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Sí señor, el Sevilla es el mejor

lunes 06 de noviembre de 2006, 11:41h

El título de esta opinión, además de ser cierto porque la tabla clasificatoria nunca miente, es el grito que un grupo de seguidores sevillistas coreaban este domingo al término de su partido contra Osasuna y que ha ascendido a los del Nervión hasta ponerse líderes. Este hecho, que llevaba muchos años sin acontecer, puede repetirse mucho de aquí en adelante. Y no sólo eso: ojo a este equipo macizo, rotundo y competitivo que ha montado Juande Ramos. Ojo, que los supermillonarios galácticos –léase Madrid- o terráqueos –léase Barça- deben empezar a preocuparse con este competidor por el título con el que no contaban a priori.

Y si debe preocuparse el Madrid, que como el año pasado tropezó con el Celta en el Bernabéu en el momento más inoportuno, cuando de haber vencido empataría a puntos con los azulgrana, que hace sólo tres jornadas le sacaban cinco de ventaja, más deben hacerlo los de Rijkaard. Porque ya saben lo que es caer derrotados por los blancos sevillanos, que les pegaron un repaso (3-0) en la fina de la Supercopa europea, y a los que después derrotaron en la Liga con gran ayuda arbitral. Atención a este equipo revelación, que es eso: un equipo y no una suma de individualidades -aunque las tenga extraordinarias como Kanouté, Adriano, Navas, Alves, Puerta etc.-. Porque juegan bien, ganan y empiezan a creerse que tras llevarse la Copa de la UEFA y la Supercopa , sus aspiraciones a meterse en Liga de Campeones e incluso al título liguero no son ninguna utopía.

Mientras un triste Beris–como su míster, el superconservador Irureta - se hunde cada jornada en puestos de descenso. Menudo ‘cassshondeíto' se traerán sus eternos rivales del Sánchez Pizjuán, tanto por su gloriosa situación como por ver al Betis hundido. Aunque el peor equipo no es él, y sí una Real Sociedad a la que en nada ha mejorado Lotina tras sustituir a Bakero . Una Real que huele a Segunda, como el modesto y recién ascendido Gimnástic, sin que el Athletic pueda respirar mucho porque sólo se salva por ahora de la quema no por méritos propios y sí por deméritos de los tres colistas citados. En definitiva que, tras el ‘golpe de Estado' del Sevilla, la Liga se anima y puede dejar de ser la clásica lucha entre Barça y Madrid. Para bien de los sevillistas en particular y de los aficionados en general.
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